La sobre representatividad de Morena y sus aliados en los congresos local y federal dotará a dichos partidos de una libertad supeditada para configurar y desechar casi cualquier ley o reforma que se propongan, coincidieron especialistas, quienes además advirtieron que la mayoría oficialista en los parlamentos puede debilitar la división de poderes y los contrapesos.
Maribel Sánchez Flores, politóloga por la Universidad Iberoamericana y maestra en Gestión Pública por la Universidad Complutense de Madrid, consideró que la proliferación de las fuerzas partidistas oficialistas en el Poder Legislativo local provocaría una eventual mayoría calificada que les permitiría aprobar y desechar algunas disposiciones sin que la oposición represente un contrapeso real.
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De forma análoga, Alejandro Guillén Reyes, doctor en Ciencias de Gobierno y Política por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), opinó que la presencia de una mayoría calificada artificialmente construida en el Congreso local brinda las posibilidades al bloque oficialista de “modificar prácticamente todo”.
Al respecto, Gilberto Rafael Rodríguez Moreno, abogado y doctor en Desarrollo, Medio Ambiente y Territorio por la Universidad Iberoamericana Puebla, expuso que, en primera instancia, se debe respetar la voluntad popular que dio el triunfo a 26 diputados de Morena en el Congreso local. No obstante, afirmó que no hay certeza de que los legisladores voten de forma independiente, lo que podría vulnerar la autonomía del Poder Legislativo.
El Sol de Puebla informó que entre las principales posibilidades de la nueva eventual mayoría calificada en el parlamento estatal se encuentran la posibilidad de disolver órganos colegiados como la Mesa Directiva, Comisiones y Comités legislativos. También se garantiza la posibilidad de promover designaciones directas en instituciones clave del Estado poblano.
Se prevé que el bloque oficialista cuente con al menos 30 diputados en el próximo periodo legislativo, esto sumando los 26 parlamentarios que ganaron por mayoría relativa y a los cuatro que se espera sean asignados por representación proporcional. Actualmente el Congreso local cuenta con 41 escaños.
Se advierte un poder ‘casi ilimitado’
En entrevista, Sánchez Flores, también investigadora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey Campus Puebla, afirmó que la mayoría calificada de Morena y sus aliados en el parlamento local “podría configurar un poder casi ilimitado”, que implicará la posibilidad de aprobar casi cualquier reforma o nombramiento “sin límites”.
Aunado a ello, consideró que esa nueva realidad legislativa puede “frenar, limitar o desdibujar el contrapeso institucional” que representa el Poder Legislativo ante el Ejecutivo.
“Evidentemente se ha buscado construir [la mayoría] de manera artificial y esto puede romper con el orden constitucional y la división de poderes, porque, al final, ¿qué riesgos existen? Obviamente la toma de decisiones sin ningún límite; las decisiones que tome la gran mayoría conformada por una coalición (...) serán de acuerdo a lo que establece su propia agenda política”, comentó.
Lo anterior se agrava debido a que en la democracia mexicana los parlamentos se constituyeron, idealmente, como órganos de representatividad ciudadana con la facultad de señalar y detener posibles acciones unilaterales.
En Puebla, el gobierno estatal será representado por Morena, al igual que la mayoría de los diputados locales, por lo tanto se pone en riesgo la autonomía de la cámara legislativa, lo que se traduce en reducción de límites el poder, destacó Sánchez Flores.
No obstante, la especialista consideró que es necesario esperar a que la autoridad electoral dictamine los resultados finales de la elección, es decir, que el cómputo de actas finalice y las controversias hayan sido resueltas. Lo anterior con la finalidad de tener firmeza sobre el número de candidaturas en representación proporcional que serán repartidas en el Congreso.
Según la académica, aunque las modificaciones más recientes hechas a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, hechas en 1996, lograron que el entonces partido hegemónico, el Revolucionario Institucional (PRI), tuviera una sobrerrepresentación parlamentaria, dichas reformas no anticiparon que las alianzas pudiesen usarse eventualmente como herramientas artificiales para obtener una mayoría legislativa.
Lo anterior debido a que en el artículo 15 de dicho estatuto menciona que ninguna fuerza política podrá tener una sobrerrepresentación arriba del ocho por ciento. No obstante, el texto habla de partidos y no de alianzas o proyectos conjuntos.
Además, recordó que la Constitución Política del Estado de Puebla señala en su artículo 35 fracción cuarta que “ningún partido político podrá contar con más de 26 diputados por ambos principios”, sin embargo, no se habló de coaliciones.
“En una democracia (...) no se puede desdibujar el pluralismo político que debe imperar (...) pues la ciudadanía votó por diferentes fuerzas políticas, entonces, en la Cámara (...) se debe asegurar la representación de esta pluralidad política, y esto implica que haya límites”, agregó la especialista.
Mayorías sobrerrepresentadas debilitan a las minorías
Aunado a lo anterior, Guillén Reyes resaltó que la configuración de la Cámara de Diputados influirá eventualmente en el actuar de los congresos como el de Puebla, donde los resultados electorales favorecieron a las fuerzas oficialistas.
El también investigador negó que en lo local se consolide la “destrucción de instituciones” u organismos autónomos del Estado, tal como se prevé que ocurra a nivel nacional con las diversas reformas que se prevé envíe el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en próximos meses, donde se espera la modificación del Poder Judicial.
En ese tenor, el académico arguyó que las reformas hechas a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales en 1996 deben adaptarse también a las coaliciones, pues, desde su perspectiva, el estatuto está a expensas de la interpretación, y la presencia de mayorías sobrerrepresentadas vulnera de forma importante a las minorías.
Desde su perspectiva, la presencia masiva de los partidos oficialistas resta posibilidades de participación, tanto en discusiones como en votaciones, a los bloques opositores, que plasman la voluntad e ideologías de otros sectores de la población con derecho a la representatividad.
“Cuando tienes una mayoría calificada, es decir, dos terceras partes, prácticamente tienes licencia para hacer la modificación que el partido dominante o hegemónico, en este caso se llama partido hegemónico aquel que alcanza la mayoría calificada en los congresos; entonces, si se alcanza esa mayoría calificada, estamos hablando de que un partido puede cambiar cualquier cosa de la ley, ya sea la Constitución o llámese ley secundaria, lo que sea”, apuntó Guillén Reyes.
Se debe modificar la ley
Por su parte, Rodríguez Moreno, investigador y catedrático de la Ibero Puebla, recordó que la ciudadanía votó en las urnas por una mayoría de legisladores del bloque de Morena y sus aliados, por lo que su nombramiento es legal y legítimo.
No obstante, el experto consideró que la falta de madurez de la democracia mexicana evita que los legisladores sean capaces de emitir sus votos con independencia al partido político que los postuló. Por ende, señaló que hay riesgos de que la próxima legislatura se vulnere la división de poderes.
En ese sentido, el académico recordó que los parlamentarios serán representantes populares de la ciudadanía en general, y no únicamente de quienes votaron por ellos. Dicho de otra manera, si bien la población votó por un proyecto e ideología, una vez en el cargo, los diputados deberán ofrecer las mismas condiciones de representatividad a todos los habitantes.
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Para Rodríguez Moreno es fundamental y necesario que la normativa sea explícita sobre los límites que tienen los partidos y sus coaliciones para evitar la sobrerrepresentación legislativa, pues consideró que en la actualidad existe una laguna legal importante.
“Hay que respetar el voto popular (...) Ahora, en una democracia madura, los diputados tendrían que votar independientemente a su partido político”, remarcó el académico.