Guillermo Aréchiga Santamaría niega haber hecho negocios o cometido actos de corrupción a su paso por la Secretaría de Movilidad y Transporte en los primeros 18 meses del gobierno de Miguel Barbosa. Ni su hijo ni ningún otro pariente era dueño de las empresas elegidas para proveer de equipo de seguridad a las unidades del transporte público, como se rumoró, asegura. Para sostenerlo cuenta con el fallo de un juez federal. “Soy inocente, y lo digo hoy porque no quería que fuera solo mi palabra la que saliera a decirlo”, remata.
Antes de incorporarse al gobierno del extinto Barbosa, Aréchiga hizo una larga carrera como líder magisterial en la sección 51 del SNTE, fue representante popular y servidor público, lo mismo en administraciones priistas que panistas, y fue en su momento uno de los pilares políticos en el estado de la también maestra Elba Esther Gordillo Morales.
En 2018 conoció a Barbosa en campaña y colaboró lo suficientemente cerca de él para ganarse una invitación a participar como integrante del gabinete en una de las dependencias más complejas que hay por el trato obligado con un sector difícil, el de los transportistas.
Inmediatamente después de iniciado el gobierno de Miguel Barbosa, el gobernador decide autorizar un aumento a la tarifa del transporte público a cambio de una serie de obligaciones por parte de los transportistas. La principal fue modernizar y dotar a las unidades de equipo de seguridad. Se fijó un año para hacerlo. ¿Por qué fracasó el objetivo?
Entramos con todo, en razón de esto encontramos unidades que tenían hasta 25 años circulando, encontramos una serie de cosas, entonces empezamos a ir mejorando, te quiero decir que se estaban modernizando unidades, estábamos todos los días permanentemente empujando el cambio, buscando facilitarles las cosas para que lo pudieran hacer. Durante el tiempo que estuvimos (18 meses), pues avanzamos en estos proyectos. Por supuesto no llegamos a la meta, como es público, pero avanzamos de manera muy relevante, dejamos conectadas casi seis mil unidades al C5 y modernizamos muchas frente a un escenario muy complejo, muy difícil, económico, primero porque la inversión para modernizar el transporte no es fácil, y también pues porque se nos cruza la pandemia y esto dificulta absolutamente todo.
En ese entonces se empezó a escuchar un rumor, que usted estaba obligando a los transportistas a comprar este equipo de seguridad a una sola empresa o a un grupo de empresas y que esas empresas o esa empresa era de su hijo, o de parientes suyos. ¿Fue cierto eso?
Justamente por eso estoy aquí, por eso esta decisión de hacer públicas las cosas, es absolutamente falso. Categóricamente lo señalo: no tenemos ni mi familia ni yo ninguna empresa de esta naturaleza, ni a nombre propio ni de prestanombres, de ninguna manera. Lo que se hizo entonces fue firmar un convenio marco para tener una plataforma que permitiera conectar con el C5 y de ahí se abrió el espacio para aquellas empresas que cumplieran con los requisitos técnicos indispensables para poder equipar las unidades y conectarse a la plataforma. Esta fue la estrategia, todo a costa de los transportistas, pero para que fuera transparente te debo decir que eran más de 20 empresas, para que ellos escogieran con la que mejor se acomodaran. Ese fue el proceso que se hizo y te vuelvo a repetir y se lo digo sobre todo a los poblanos, a las poblanas, y particularmente a las personas que han confiado en tu servidor y que nos han acompañado en algunos casos por muchos años, en las distintas responsabilidades: no tengo nada de qué avergonzarme. No fue ninguna empresa muestra, no lo es, ni mi familia ni yo tenemos concesiones, ni a otros nombres. Llegamos a tratar de cambiar, de mejorar las cosas, a tratar de servir, porque soy un convencido de que para eso es el servicio público.
¿Qué pasó después de que deja la Secretaría en marzo de 2021? Regresó a su diputación federal, pero cómo fue que terminó en la cárcel. ¿No supo que había un proceso contra usted?, ¿tuvo indicios?, ¿se estaba defendiendo?
Hubo comentarios que fueron públicos, a través de medios de comunicación, y muchos rumores. Yo decidí no huir, no esconderme, y lo decidí porque estaba absolutamente seguro de que no había razones para imputarme cualquier delito, pero sobre todo porque no quería convalidar, escondiéndome, dichos que eran falsos. Para mi huir significaba aceptar una culpabilidad que yo no tengo, que no tuve y que estuve siempre seguro de que no tenía.
¿Se considera un preso político de Miguel Barbosa?
Yo creo que hoy, en razón, sobre todo ya no solo de mis dichos, o de mi versión, sino de lo que dice la sentencia del juez federal, yo lo que te digo es que soy inocente, que no cometí delito alguno, y que lo digo hoy, porque no quería que fuera solo mi palabra la que saliera a decirlo para que esto no quedara en entredicho, yo quería tener en las manos elementos sólidos para para poder decir lo que hoy digo: soy inocente, nunca se configuró ningún delito. Quiero decirte que a pesar de lo que se dijo públicamente, y bueno, pues al final me acusan de que, invocando un reglamento que no existía, me acusan de que faltaba una firma en el convenio, no hay, porque no existió, no hay aquí un tema de corrupción, no hay un tema de nada que tenga que ver con eso.
¿Quiénes colaboraron con Miguel Barbosa para meterlo a la cárcel?
No tengo pruebas para señalar así y yo no quiero caer en lo que hicieron conmigo, en la difamación, en la calumnia. Cuando me atrevo a decir las cosas es porque tengo elementos para hacerlo, no sé qué pasó, no sé quiénes pudieron haber comentado o llevado información que llevara a tomar una decisión como la que se tomó, pero lo que sí te digo es que está perfectamente claro que no hubo delitos.
Yo le voy a dar dos nombres, a partir de lo que, como usted dice, se publicó en su momento. ¿Tuvieron que ver el entonces subsecretario Yassir Vázquez o la secretaria Elsa Bracamonte?
En el caso de quien me sucede (en el cargo), pues ahí hay evidencias, hay declaraciones públicas. Eso quedó registrado, no hablo de oídas, no hablo de rumores, en los otros casos, pues estaría yo haciendo comentarios que no puedo probar, pero lo que sí me queda claro es que se tomaron decisiones con información equivocada o dolosamente.
¿Cómo está hoy Guillermo Aréchiga después de haber estado en prisión, en el sentido anímico?, ¿tiene resentimientos?, ¿está enojado con alguien en particular?, ¿quiere venganza?
Es muy duro, sobre todo cuando se tiene una sentencia de inocencia, es muy duro, es muy difícil y lo más difícil es lo que padeció mi familia estando fuera. Esa es la parte que más lastima, me parece que esa es la parte que más duele, cuando menos a mí, además de lo que le toca a uno vivir allá, que ya es otra cosa, pero debo con toda sinceridad decir Jorge, no tengo rencores, no tengo propósitos de venganza. Mi determinación de hacer pública mi historia, mi verdad, tiene que ver primero con comentarle a las poblanas, a los poblanos, porque creo que se los debo, porque se trataba de servirlos, quiero limpiar mi imagen, y segundo, particularmente decirles a las personas que estuvieron siempre pendientes de mi bienestar, adentro y afuera, que yo no quiero que nadie más padezca lo que me está tocando padecer a mí. Pude ver de cerca el rostro de la injusticia, de la pobreza, de la exclusión, de la desigualdad.
¿De verdad no tiene rencor ni contra Miguel Barbosa?
No, yo creo que, mira, a los que escogimos el camino público, que nos juzgue la sociedad, que nos juzguen los poblanos, y a los que tenemos fe, que nos juzgue dios.
Usted trae en su naturaleza el gusto por las actividades políticas, el servicio público, y lo veo bien, sano, ¿quiere participar en el proceso electoral que viene?, ¿qué va a hacer ahora?
Mira, yo voy a seguir participando, como lo hago desde adolescente, buscando atender estas causas de las que ya vine y buscando luchar para eso, pero para eso no necesariamente necesitas cargos. Lo voy a hacer siendo activista, lo voy a hacer organizando. Lo voy a hacer desde la sociedad civil, lo voy a hacer como pueda hacerlo, pero voy a seguir trabajando y luchando contra la injusticia.
¿Tiene en mente una candidatura?
No es eso lo que me hace salir hoy, mi determinación es salir a contar mi historia, limpiar mi nombre, a mirar para adelante y eso sí, dejar claro, mi participación es al lado de este proyecto de transformación que encabeza el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y también quiero agradecer este clima que ha generado el gobernador Sergio Salomón Céspedes, este clima de concordia, de respeto a la ley, que hace que yo me sienta en libertad de decir lo que pienso. Lo demás, Jorge, ya vendrá.
Guillermo Aréchiga Santamaría fue secretario de Movilidad y Transporte de septiembre de 2019 a marzo de 2021. En febrero de 2022 fue detenido y encarcelado en el penal de San Miguel, en la ciudad de Puebla, y obtuvo su libertad en marzo de 2023. Hoy cuenta con el fallo de la justicia federal que lo declara inocente de los cargos que se le imputaron.