La tala irregular de miles de árboles, realizada en la comunidad de Mexcaltepec, ubicada en el municipio de Ixtacamaxtitlán, ha desencadenado la sequía de tres manantiales que abastecían a las juntas auxiliares aledañas, situación que afecta las actividades diarias de los pobladores. Según los habitantes, han pedido la intervención de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, pero no han obtenido respuesta, mientras que los talamontes persisten en sacar un jugoso beneficio económico a través del corte de pino.
En este municipio de la sierra norte del estado los ciudadanos expusieron que la tala comenzó desde hace 15 años, lo que ha provocado la merma del agua, pues hasta el año pasado se cortaron más de 14 mil pinos que eran indispensables para generar el líquido.
Es en las juntas auxiliares de Mexcaltepec y Tepexoxuca en donde los talamontes han aprovechado más de 700 hectáreas para cortar especies de pino como Oyamel y Ayacahuite, las cuales son costosas y les otorgan grandes beneficios económicos, pues tan solo la carga de estas va de los 40 troncos en adelante y tiene un valor de entre 100 mil y 130 mil pesos, ya que se utilizan para la elaboración de muebles.
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“La madera que se llevan es de las más finas, tiene un costo caro, por eso se lo llevan. Cortan en la parte alta de los cerros porque ahí se da esta especie, pero lo hacen de manera ilegal y sin límites. Al paso que van, los cerros se van a ver hasta pelones”, lamentaron en entrevista con El Sol de Puebla.
Andrés Juárez, uno de los cientos de vecinos afectados, expuso que los taladores aseguran que cuentan con permisos de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), sin embargo, estos son del estado de Veracruz. Así, sin autorización real ni acciones para mitigar la tala, como la reforestación, causan destrucción al medio ambiente sin que nadie se los impida ni los sancione por ello.
Añadió que es fácil que estas prácticas persistan, ya que la zona explotada por los talamontes es territorio ejidal y particular, pero en la mayoría de los casos los dueños no se han dado cuenta de esto, pues son adultos mayores que ya no pueden subir a los cerros donde están sus predios. En otros casos se presume que los propietarios están coludidos con los taladores.
Esta situación se vio desde hace tiempo, pero nadie pidió el apoyo formal de las autoridades, por ello es que recientemente, en septiembre de 2021, los pobladores se organizaron y enviaron un documento al ayuntamiento, al gobierno del estado y a la PROFEPA para la revisión de la tala en estos lugares. Sin embargo, ningún nivel de gobierno ha hecho algo al respecto.
Relató que lo que han solicitado es que se hagan supervisiones constantes, pues de seguir así los siete manantiales que hay en este municipio se secarán y será perjudicial, ya que no cuentan con pozos o ríos que abastezcan a los ciudadanos a parte de estas fuentes. Además, al no ser temporada de lluvias, solo tienen esta opción para poder sembrar y realizar sus actividades cotidianas.
“Hemos tenido pérdida de manantiales, eso es lo que nos ha levantado, no podemos seguir así, no nos parece justo, son nuestros recursos. Ya no tenemos ríos, ni manantiales”, acusó.
Añadió que la tala es irregular, debido a que aunado a que quienes la realizan no cuentan con permisos del gobierno federal, tampoco reforestan las zonas y eligen áreas en específico para que no se vean los troncos de los árboles, “así como si no pasara nada”. Por un lado se puede ver que un predio alberga a una gran cantidad de pinos, pero por el otro hay un hueco, evidencia de la tala desmesurada, subrayaron.
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El equipo del Sol de Puebla se adentró al bosque, en donde a más de una hora de camino a pie se pudo escuchar las sierras de los talamontes, quienes a lo lejos y a plena luz del día cortan más de 70 troncos para posteriormente, en la noche, llevarse la carga.
Cientos de “tocones” (la parte inferior del tronco) se observan en los cerros, sin que haya evidencia de la nueva siembra de especies de pino. Contrario a ello hay cada vez más veredas creadas para bajar la carga y en algunos puntos lucen los árboles tirados. Por la noche éstos se llevan en camiones para su venta.
Por si fuera poco el bosque se ha convertido en un basurero, ya que los taladores dejan a su paso latas, bolsas y demás basura que generan al comer.
Habitantes han cerrado el paso
Felipe Juárez, otro poblador de Ixtacamaxtitlán, detalló que los vecinos han colocado rejas para no dejarlos salir de la comunidad con los camiones, sin embargo, los presuntos agraviantes han buscado otra salida, pero desde el municipio de Libres, en donde nadie, ni los habitantes, hacen algo por frenarlos. Esto los ha hecho creer que hay complicidad debido a intereses económicos.
“La gente se interpuso para que no se llevaran nada, lo hicimos porque ya les habíamos pedido que dejaran de talar porque nos afectan y pues no nos hicieron caso, entonces desde hace un año empezamos a no dejar que salgan, pero parece que es inútil porque salen por otros caminos en donde ya no tenemos nada que ver”, reveló.
Recordó que hace tiempo, entre varios habitantes, no dejaron que se llevaran los troncos y los dejaron tirados. Estos quedaron a resguardo del comisariado ejidal de Mexcaltepec, pero en días pasados al realizar un recorrido por la zona observó cómo habían sido cortados, lo cual es señal de que la autoridad pertinente no toma cartas en el asunto, o en el peor de los casos, está coludida con los talamontes.
Por su parte, Jaime Alva Méndez, vecino inconforme, argumentó que se han aliado entre varios residentes para hacer rondines a fin de que no se tale más, pero cada que llegan a un lugar donde se escuchaba el corte de especies arbóreas ya no hay nadie.
Lo anterior le hace pensar que cuentan con halcones que les avisan a los taladores cada que sube algún grupo de personas al bosque, para que ellos se escondan y no detengan esta actividad que es fructífera para los que “mueven los hilos”. Desconoce si es algún vecino de su comunidad o alguien externo a ella.
Añadió que cada una de las maniobras que realizan los talamontes es informada a la PROFEPA, aunque no han obtenido algún resolutivo favorable sobre este tema. Actualmente buscan que esto se difunda en toda la entidad poblana, ya que acabar con los recursos naturales es un delito que no solo perjudica a los habitantes del municipio de Ixtacamaxtitlán, sino también que en un futuro será parte de los índices de hectáreas que fueron saqueadas por quienes solo ven por su propio beneficio.
“Ojalá que nuestra lucha sea escuchada, somos localidades que buscan que sus recursos no se acaben, que nadie se los robe. Pedimos que se esclarezca esta situación, que las autoridades vean lo que ocurre aquí. Queremos un lugar que sea agradable y bueno para las próximas generaciones (...) ya hasta los estudiantes hacen carteles y tocan este tema de la deforestación en sus clases, es indispensable hacer conciencia y que no se deje morir nuestro bosque”, agregó.
Por todo esto los pobladores piden que se voltee a ver a estas comunidades que están alejadas de la capital de Puebla y que representan un pulmón para la entidad, ya que de seguir así en este año se pueden secar los otros manantiales que hay en estos lugares.
El Sol de Puebla buscó la postura de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para tener una postura respecto al problema y los posibles permisos de tala que se han emitido en este municipio, no obstante, no hubo respuesta.