Augusto Argüello Gutiérrez es una persona no binaria trans masculina que fue apoyado por su familia para su cambio y nunca tuvo que vivir una terapia de conversión, él como muchos jóvenes nunca se sintió pleno con el género que la sociedad le impuso, por ello, este 2 de junio en compañía de miembros de la comunidad LGBTIQ+ se pronunciaron en el Congreso del Estado para exigir a los diputados que no aprueben las terapias de conversión y no acepten presiones de grupos conservadores. Incluso cerraron la avenida 8 Oriente para ser visibilizados.
Augusto comenzó su cambio de identidad hace un año, a los 16, el proceso fue difícil, ya que hay muy poca información al respecto, principalmente para mujeres. Esta situación lo llevó a un periodo de depresión, pero bien dicen que cuando uno toca fondo sólo hay un camino y es el de levantarse.
Él, por su propia cuenta empezó a investigar, a tomar terapia para saber por qué no se sentía conforme con su identidad, escuchó a varias personas trans y supo por dónde era el camino. Le platicó a su familia la situación y afortunadamente su núcleo principal y sus amigos muy cercanos lo apoyaron.
El proceso no ha sido nada fácil, pues aún hay personas que se niegan a hablarle con pronombres masculinos, sin embargo, se han quedado las personas que de verdad lo quieren y que lo apoyan en la decisión más importante de su vida. Nunca le sugirieron una terapia de conversión y nunca avalarían un “acto de odio” como este.
Por tal motivo, este 2 de junio decidió acompañar a miembros de la comunidad LGBTIQ+ a pronunciarse a las afueras del Congreso de Puebla, pues este día la iniciativa del diputado Carlos Evangelista, para sancionar con 1 y hasta 3 años a las personas que realicen estas terapias pasó al pleno.
La activista Gaby Chumacero, dijo que, si no se aprueba castigar este tipo de “terapias”, los diputados estarían violando los derechos de las personas Lesbianas, Gais, Bisexuales y Trans. En suma, estarían dando un retroceso a las leyes, pues ser homosexual no es una enfermedad que se tenga que curar.
“Las infancias y adultos que han decidido cambiar su género, han sido martirizados por estas terapias de conversión, en algunos casos se han suicidado (…) Puebla, desde hace tiempo es un estado lleno de diversidad, sin embargo, el miedo al cambio, las fobias y los prejuicios de quienes nos juzgan mal se habían ocupado de negarnos a existir, nos relegaron a enfermos mentales y no es así”, declaró.
Fueron alrededor de 20 personas las que se pronunciaron en la sede legislativa, quienes expresaron lo siguiente: “Cualquier práctica que quiera suprimir la sexualidad de las personas a través de trataos crueles e inhumanos o degradantes, tiene que ser castigado”, “El día de hoy, Puebla puede decirles no a las terapias de conversión”, “¡No somos enfermos!”, “No hay nada que curar!”.
Posteriormente cerraron la 8 Oriente con listones y telas de la bandera LGBT para ser visibilizados y escuchados. En caso de que no se sancionen estas terapias, analizarán cerrar por más tiempo.