Aunque la Secretaría de Gobernación prohibió los cursos de verano, todavía se pueden encontrar diversas ofertas de este tipo en redes sociales y hubo instituciones particulares que de plano los cancelaron, aunque esto les significó renunciar a los recursos con los que cada año dan mantenimiento a sus instalaciones.
Quienes insistieron en mantener la oferta de cursos para niños y niñas en estas vacaciones recurrieron a reducir el aforo en las clases u ofrecerlas en línea, sin embargo no ha sido suficiente para conseguir el número de alumnos que tenían hasta antes de la pandemia.
Este es el caso de la escuela de música siglo XXI, que invirtió en publicidad en bardas de la ciudad para dar a conocer su oferta de más de 10 cursos, ya sea de música o regularización, sin embargo tras el anuncio de las autoridades solo pudo ofrecer tres talleres.
"Se invirtió en muchas cosas, principalmente en la publicidad, bardas, volantes, el cartel. Sin embargo el número de niños que logramos que se inscribieran bajó en un 90 por ciento, o sea que ni la publicidad se va a alcanzar a pagar", compartió Maria Eugenia Montiel, responsable de los talleres.
En entrevista, narró que cada verano dicha institución recibía al menos a 60 alumnos y actualmente solo han logrado que cinco se inscribieran a los cursos de guitarra, ukulele y teclado, los únicos que la Secretaría de Educación les permitió mantener, con un cupo máximo de cinco niños o niñas.
Compartió que la baja en los ingresos obligó a prescindir de los servicios de tres maestros, la recepcionista y la intendente, porque con las cuotas pagadas por los cinco alumnos apenas se pudo costear el salario de sus respectivos docentes.
"Nosotros tuvimos que prescindir de ellos y a nosotros, económicamente, también nos afectó como institución, porque la escuela estuvo cerrada y hasta ahorita en verano la pudimos reactivar y teníamos muchas expectativas de recuperarnos pero no fue posible", dijo.
Consideró que la economía familiar no es lo suficientemente buena para que los padres de familia estén buscando cursos para sus hijos y a eso se sumó el anuncio de que serían cancelados y el inicio de la tercera ola de contagios de Covid - 19.
"Han hablado mucho, han preguntado, incluso han venido a pedir informes y se les enseñan los protocolos de seguridad con los que se trabaja pero al final no se concreta la inscripción", lamentó.
Otras instituciones o profesionistas también buscaron mantener su oferta de cursos de verano con pocos alumnos o en línea, sin embargo evitaron compartir más detalles por el temor a ser sancionados por las autoridades.
Tan solo basta ingresar las palabras "cursos de verano en Puebla", en el buscador de redes sociales, como Facebook, para encontrar varias opciones, que van desde regularización o actividades relacionadas con pintura, música, gastronomía y artes plásticas.
En todas el común denominador en la oferta son grupos reducidos en la modalidad presencial y se hace énfasis en la opción en línea, a través de plataformas como zoom.
Con cursos de verano se pagaba el mantenimiento de escuelas particulares.
Para las escuelas privadas, la suspensión de los cursos de verano significó perder los recursos con los que realizaban el mantenimiento de las instalaciones y compraban materiales para iniciar el ciclo escolar, dijo Arturo Guerra Bedolla, presidente de la Federación de Escuelas Particulares de Puebla.
Explicó que los ingresos generados por los cursos de verano variaban dependiendo de la oferta y de cada institución educativa, sin embargo es un hecho que el haberlos prohibido afectó la economía de las escuelas.
"Si es un porcentaje considerable porque lo ocupaban para equipo, para material deportivo, para reparación de las canchas o habilitación, todo el mantenimiento que requieren las escuelas para iniciar el ciclo escolar".
Guerra Bedolla dijo que al menos el 10 por ciento de las escuelas a las que representa, ofrecían cursos de verano hasta antes de la pandemia y para evitar sanciones de las autoridades decidieron cancelar los que habían diseñado para el verano.
Dijo que solo algunas mantienen cursos en línea y son de regularización, con el objetivo de garantizar la permanencia de los alumnos y debido a la "grave situación económica por la que atraviesan".
Por lo anterior, consideró que quienes ofrecen cursos de este tipo en domicilios particulares o sin cumplir con los protocolos de protección civil, que exige el gobierno, están incumpliendo con las reglas y poniendo en riesgo a la población.
"Yo creo que aquí la autoridad si lo ordenó es por una razón y están siendo violatorios de los reglamentos y de lo que la autoridad está determinando (...) Sabemos el riesgo que existe y si queremos un regreso seguro, lo más prudente es que no propiciemos que el virus se esparza en estos momentos".
¿Cómo entretener a los niños en casa?.
Si los cursos de verano ya no están al alcance de los padres de familia y la pregunta que se hacen es ¿Como entretener a las niñas y niños ahora que están de vacaciones?, lo primero que se debe valorar es la oportunidad de tener tiempo de calidad con los hijos, dijo Manuel Ponce de León, catedrático de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
El estudiante del doctorado en educación señaló que una simple platica con los menores para preguntarles como se sienten y los por qué de sus emociones, basta para que sigan desarrollando la socialización y manejo de sus emociones, que es algo básico en todo curso o actividad académica.
Añadió que quienes tienen acceso a internet cuentan con una amplia gama de actividades que pueden descargar y realizar con sus hijos, siempre cuidando que los contenidos sean aptos para su edad.
Detalló que esta herramienta permite que los padres convivan e incluso aprendan con sus hijos, ya que no necesariamente tienen que ser actividades demasiado elaboradas, sino que pueden ser una simple apreciación musical o de video.
En el caso de quienes no cuentan con acceso a internet, dijo que siempre hay materiales didácticos que se pueden ocupar para desarrollar algún aprendizaje relacionado con las artes o las ciencias.
Aunque muchos de los cursos de verano también tienen que ver con la regularización de los alumnos en distintas materias, el especialista opinó que el verano tampoco debe ser sinónimo de más clases.
De hecho indicó que debe existir un periodo de descanso y si los menores tienen rezago en su aprovechamiento escolar debe asignarse un tiempo para atenderlo pero con apoyo de alguien más.
"Lo ideal sería que, si fuera posible, se acercaran a la escuela más cercana, a la comunidad o a casas de cultura, incluso a los maestros y pedir apoyo sobre que materiales deberían revisar".
Remarcó que lo importante es evitar que los alumnos, incluso adolescentes, encuentren en el verano un periodo dedicado 100 por ciento al ocio.
"Se corre un gran riesgo, porque si los padres dejamos a los niños en el ocio, se corre el riesgo de que los niños estén consumiendo contenidos no adecuados o que lo que aprenden de ellos no estén ligados al desarrollo que deberían tener", concluyó.