Tianguistas de diferentes puntos de la ciudad ignoraron la restricción de salir a las calles que realizó el gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, después de que comerciantes de San Ramón, San Isidro, San Miguel y Bosques de Manzanilla colocaron sus puestos en los lugares de costumbre, a pesar de que el número de contagios por Covid-19 se mantiene al alza y ubica a Puebla capital como una de las ciudades con más casos de coronavirus en el país.
En algunos de estos tianguis, como el de San Ramón, ubicado al sur de la ciudad, también violaron otras restricciones anunciadas por el mandatario, como la de vender bebidas alcohólicas abiertas en la vía pública, pues en estos puntos es común encontrar cerveza preparada y pulque por la módica cantidad de 25 pesos.
La limitación a vender productos “no esenciales” tampoco existe en este lugar, pues se puede encontrar puestos con prendas de vestir y zapatos, ya sean nuevos o usados.
Llama la atención que dentro de este tianguis se pide a los comerciantes, a través de perifoneo, respetar las medidas de protección como uso de cubrebocas, gel anti bacterial y cuidar la sana distancia, con el argumento de que son “supervisados” por el Gobierno del Estado, instancia que puede retirarlos si no se cumplen con estas indicaciones.
Sin embargo, los llamados no son suficientes, pues no todos los que acuden a comprar o vender sus productos cuentan con cubrebocas o gel, además de que la sana distancia no existe entre los pasillos, según pudo constatar El Sol de Puebla durante un recorrido.
TAMBIÉN SALEN EN SAN ISIDRO Y BOSQUES DE MANZANILLA
En un recorrido realizado por este medio, se pudo comprobar que los tianguistas de San Isidro ignoraron el aviso del gobernador, Miguel Barbosa, en donde dijo que quedaban prohibidos los tianguis en todos los municipios, ya que se colocaron como un fin de semana cualquiera, ignorando que los contagios de coronavirus van al alza.
Hay que mencionar que en el tianguis de San Isidro, se suelen colocar desde la calle diagonal La Mora, pero en esta ocasión dejaron libre esta intersección y se instalaron en el terreno que está atrás de la Iglesia.
Se colocaron los vendedores de verduras, así como de frutas, los vendedores de cosméticos, los que venden plantas y los que más acumularon más compradores fueron los que venden ropa y calzado usado; amontonaron la ropa para que la gente pudiera elegirla y muy pocos usaron cubrebocas o gel antibacterial.
Se vendieron carnitas, tacos de carne asada y en todos estos puestos había familias completas desayunando sin temor a enfermarse, también se instalaron los vendedores de pulque, que colocaron sillas alrededor de sus tambos para que la gente se pudiera sentar mientras terminaban sus bebidas.
Esto se replicó en el tianguis de Bosque de Manzanilla, al pasar por la avenida Camino Real de Manzanilla, pareciera que no hay contingencia sanitaria, ya que el comercio sigue a todo lo que da en esta zona. Los vendedores de carnitas, barbacoa, tacos de carne asada, pollos, tacos dorados y memelas fueron los que más aglomeraron personas, pues tenían mesas para que pudieran pedir sus productos. No todos los comercios de comida ofrecieron gel antibacterial.
También se colocaron los vendedores de ropa, artículos electrónicos y las personas que suelen vender “chacharas” usadas, como juguetes y artículos para el hogar. El cubrebocas se vio en personas de la tercera edad y niños, pero los jóvenes prefirieron no usarlos.
SE GUARDAN PARCIALMENTE EN LOMA BELLA Y SAN MIGUEL
En contraste, los comerciantes que suelen instalarse en el tianguis 23 de marzo, mejor conocido como el de Loma Bella, este sábado 18 de abril liberaron las calles de la unidad habitacional.
En este lugar se pudo ver un gran porcentaje de ciudadanos, ya que acudieron a buscar a los tianguistas, pero luego de percatarse que no estaba instalados, optaron por irse. También se pudieron observar personas que llegaron con su mercancía en camionetas, pero al notar que no había más vendedores, también se fueron.
Sólo se lograron ver personas que vendían fruta en carritos, también chicharrones y cubrebocas, pero los vendedores de ropa, así como calzado usado y comida, no se presentaron. Toda la calle 7 Sur, que es donde suelen instalarse se pudo ver vacía.
Algo similar ocurrió en el tianguis de San Miguel, ubicado cerca del Centro de Readaptación Social (CERESO), pues también hubo presencia de algunos comerciantes, principalmente dedicados a la venta de frutas y verduras.