Las tomas clandestinas de gas LP en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacan son un secreto a voces, pero la mayoría de los vecinos lo había escuchado y aunque se denunciaron, nunca se actuó, ya sea por miedo o complicidad, aseveraron algunos colonos de la comunidad.
Si bien, se sabe con certeza que los tubos de gas están cerca de las vías del tren, también se conocía de la situación alrededor de los mismos, pues los habitantes relataron a este medio que la zona es peligrosa, ya que no solo se roban el gas, sino también atracan los trenes que pasan por la junta auxiliar.
De noche y en contubernio es como se conducen quienes se dedican a delinquir con el gas, puesto que, el lugar en donde se registró la explosión por una toma clandestina de gas LP el pasado domingo, es un terreno donde a decir de los colonos no había viviendas, pero poco a poco llegaron paracaidistas, quienes se adueñaron del predio.
De acuerdo con los testimonios que prefirieron declarar bajo el anonimato, en la comunidad existen alrededor de 10 tomas clandestinas, las cuales se ubican cerca de las vías, por lo que una vez que el sol se va, quienes se dedican a ordeñar los gasoductos caminan de a poco y se esconden en parte de la maleza o inmuebles cercanos.
Las barrancas también son áreas en donde este delito se lleva a cabo, pues de lado de la carretera Federal Puebla- Tlaxcala a unos metros atrás de la estación de Bomberos de Xochimehuacan, los huachigaseros hacen de las suyas.
Lo anterior fue comentado por transportistas y comerciantes, quienes aseguraron que en su momento se les ofreció comprar este tipo de fuente de combustible o energía a un precio más económico, pero no aceptaron al sospechar de dónde venía.
“Si trabajando bien luego te va mal, imagínate comprarles eso que sabes que no es legal, seguro nos iría peor… ya se sabía de las tomas, pero también si uno dice algo nos pueden tronar”.
Según las versiones, muchos de los que saben quiénes roban el gas se callan, pues compran su silencio con unos cuantos pesos, inclusive rentan las viviendas para que desde dentro puedan llevar a cabo el delito.
Esta otra manera de operar fue señalada por los vecinos de las colonias aledañas, que cuestionaron el actuar del gobierno municipal de la administración pasada de Claudia Rivera Vivanco, ya que acusaron no hizo operativos o buscó que el ejército mexicano apoyara en la denominada zona negra.
“El olor a gas ya era común, de repente olía y pensábamos en una fuga de gas, pero nadie decía nada, solo entre los mismos vecinos nos alertábamos para estar atentos por si algo más pasaba… nunca nos imaginamos una fuerte explosión como la de esa noche, todo se veía blanco como la niebla”.
GOBIERNO AUXILIAR ASEGURA QUE DESCONOCÍA SOBRE LAS TOMAS ILEGALES
En entrevista con El Sol de Puebla, Paulo César Juárez González, presidente auxiliar de San Pablo Xochimehuacan, subrayó que desconocía de alguna toma clandestina en la zona, pues dijo que la gente no denuncia por temor.
Inclusive coincidió con los vecinos, quienes acusaron de manera directa a los denominados paracaidistas, ya que, aseveró no sabía a qué se dedicaban, hasta que la explosión se suscitó y los hechos se direccionaron hacia aquellos que invadieron los predios de la Avenida Gasoducto.
“Te lo digo abiertamente, nosotros desconocíamos que hubiera una toma ahí, desconocíamos qué tipo de actividades desarrollaban estos paracaidistas hasta hoy que nos percatamos que se dedicaban a eso o intentaban hacerlo”, dijo.
Asimismo, descartó que no se haya aparecido por la zona una vez que se suscitó el siniestro, pues aseguró que recorrió el lugar con el presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.
