Puebla está entre los 16 estados del país donde los tratantes tlaxcaltecas han enganchado a mujeres y niñas para la explotación sexual, entre los cuales también se encuentran Morelos, Michoacán, Nuevo León, Guanajuato, Hidalgo, Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Sinaloa, Veracruz, Jalisco, Tabasco, Ciudad de México, San Luis Potosí y el propio Tlaxcala.
Pero además la entidad poblana está en la lista de 14 estados de la República mexicana donde han explotado a las mujeres y niñas, así como en cuatro ciudades de Estados Unidos donde existen puntos de explotación: Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Texas.
Esto según información presentada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en su libro denominado “Trata de Personas, un acercamiento a la realidad nacional”, en el que recomienda a padres de familia supervisar el uso de redes sociales, generar pactos y acuerdos sobre el tiempo que sus hijos pasan conectados, fortalecer lazos familiares y comunicarse constantemente, informar y concientizar sobre los riesgos de publicar datos personales, ubicaciones y fotografías, entre otras sugerencias.
Los 14 estados donde los tratantes han explotado a las mujeres y niñas son: Michoacán, Ciudad de México, Tlaxcala, Baja California Norte, Puebla, Chiapas, Sonora, Tamaulipas, Tabasco, Morelos, Veracruz, Campeche, San Luis Potosí y Oaxaca.
El libro refiere que fuentes fidedignas realizan diagnósticos profesionales en donde a Puebla lo nombran como “Estado foco rojo” por ser de tránsito, origen y destino de víctimas de trata, incluso mencionan números alarmantes de víctimas, mayores y menores de edad, municipios con mayor incidencia y cantidad de condenas y sentencias.
En la entidad se ha detectado que existe vinculación con la desaparición de mujeres y niñas, la trata y posterior feminicidio, igual que en Baja California Norte, Chihuahua, Coahuila, Chiapas, Durango, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Tamaulipas, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas.
Estos estados registran mayor incidencia de desapariciones y por eso la CNDH sostuvo que los delitos en materia de trata de personas requieren la participación de la sociedad civil a través de organizaciones para asistir a las víctimas que trabajen en coordinación con las autoridades en la búsqueda y rescate de las víctimas y su integración social.
El organismo nacional concluyó que las comunidades indígenas de la región Puebla-Tlaxcala experimentaron un proceso de transformaciones económicas, sociales y culturales, y en este marco llegó el oficio del “padrote” que cambió las relaciones sociales y la concepción sobre las mujeres y la exclusividad sexual de los varones sobre ellas.
En base de las entrevistas con organizaciones sociales de cada región se resaltan características únicas que impactan el perfil de víctimas y modalidades de trata de personas, y en la región centro se detectó una migración interna desde estados cercanos, Guerrero, Veracruz y Jalisco, a Puebla para trabajar en construcción, que está vinculado con explotación laboral en las maquilas del sector textil, secuestro de jóvenes para estudios de compatibilidad y extracción de órganos, vínculos entre trata y el tráfico de drogas y armas.
Aunque el libro de la CNDH fue publicado en octubre de 2018, la situación no ha cambiado para Puebla, ya que de enero a noviembre de 2019 se reportaron 15 casos de trata de personas y en todo 2018 se contabilizaron 11 delitos de trata, según la incidencia delictiva del fueron común del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
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