Treinta años dedicadas al cuidado de la niñez

Martha, Rita y Margarita son las primeras enfermeras que lograron su jubilación en la historia del Hospital del Niño Poblano

Maricarmen Hernández | El Sol de Puebla

  · domingo 19 de diciembre de 2021

Treinta años dedicadas al cuidado de la niñez. Foto: Cortesía

Felicidad, orgullo y satisfacción fue el cúmulo de sentimientos de tres enfermeras que durante 30 años dedicaron su vida al Hospital del Niño Poblano (HNP) y quienes a través de su vocación, dieron lo mejor de ellas para procurar la salud de la niñez poblana.

Martha Elba Morales Espinosa, Rita Tonix Pérez y Margarita Tocante Calderón, fueron las primeras tres enfermeras que lograron su jubilación en la historia del hospital, esto a pesar de que el proceso para alcanzar el retiro laboral fue complicado.

En entrevista con El Sol de Puebla, Martha Elba Morales compartió que si bien el proceso de jubilación duró más de tres años, el haberse dedicado al ámbito de la salud es algo que la llena de gran satisfacción, debido a que gracias al trabajo que se realiza el departamento de enfermería muchos pacientes logran salir adelante a pesar de sus diagnósticos de gravedad.

Producción de nopal, actividad esencial para Tlaxcalancingo. Foto: Julio César Martínez | El Sol de Puebla

Entre aplausos y mariachis, las tres enfermeras fueron reconocidas por haberse convertido en parte fundamental de este nosocomio, ya que iniciaron sus actividades al mismo tiempo que se fundó la unidad médica infantil.

“El hospital se fundó un 14 de febrero de 1992. Nosotras fuimos fundadoras y todos estos años han sido de mucho aprendizaje. Cuando entramos, éramos enfermeras generales pero al paso de los años también crecimos junto con el hospital. Cada día nos fuimos preparando, por eso es una gran satisfacción el haber trabajado para nuestros niños. En cada paciente veíamos reflejado a nuestros propios hijos y procurábamos su bienestar”, aseguró.

Despedirse del hospital también representan sentimientos encontrados, porque por un lado es la culminación de un ciclo laboral, pero por el otro, significa dejar de ver a los pacientes y colegas que se convirtieron en grandes amigos, con los que compartieron alegrías y también tristezas.

“Nos tocó llorar junto con los familiares de pacientes oncológicos que estaban muy graves, pero también nos tocó ver a niños que, a pesar de su enfermedad, fueron dados de alta lo que significaba una gran satisfacción por el trabajo realizado”, destacó.

Fue por ello que a nombre de sus compañeras, agradeció el gesto del Departamento de Enfermería, así como del Sindicato Independiente de Trabajadores del Hospital para el Niño Poblano de los Servicios de Salud del Estado de Puebla (SITHNPSSEP), quienes llevaron a cabo la gestión para que las enfermeras alcanzaran esta etapa laboral que cerraron con éxito y felicidad.