En menos de cuatro años, el Tren Turístico Puebla–Cholula pasó de ser la apuesta de un atractivo para los visitantes que traería derrama económica, a un proyecto “desastroso”, “equivocado” y “mal planeado” que le cuesta al Gobierno del Estado mil 500 pesos por pasajero, según calificó el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, al anunciar que el próximo año no habrá recursos para su operación.
La obra que requirió de una inversión de mil 113 millones de pesos, durante el gobierno del finado Rafael Moreno Valle no contará con recursos para el 2022 debido a que no es viable financieramente y existen otras prioridades, según explicó el mandatario.
Apenas el 23 de enero del 2017 Moreno Valle se hizo acompañar por el expresidente Enrique Peña Nieto para inaugurar el medio de transporte de pasajeros locales y turísticos. En aquella ocasión vendieron este proyecto -como su nombre lo dice- como un atractivo turístico y que generaría una derrama económica importante tanto para el estado, así como para el municipio de San Andrés Cholula.
En aquel entonces, ambas autoridades presumieron que este espacio contaba con tres estaciones intermedias en el Mercado Hidalgo, La Unión y Momoxpan; más otras dos terminales en el Museo del Ferrocarril en Puebla y en la Zona Arqueológica de las Cholulas. Sin embargo, las primeras sólo estuvieron habilitadas un año.
A pesar de la inversión millonaria dos años después del arranque solo había recaudado 5 millones 153 mil 353 pesos, es decir, que desde ese tiempo ya no era redituable para el gobierno.
Tan sólo en el 2017 que inició operaciones, recaudó 2 millones 226 mil 106 pesos, mientras que en el 2018 obtuvo recursos por 2 millones 314 mil 343 pesos y en el primer semestre del año 572 mil 904 pesos, ya que al menos tres meses el servicio se había mantenido gratuito.
Cuando arrancó el proyecto se preveían diariamente 7 corridas y hasta 11 los fines de semana, teniendo capacidad para transportar hasta 280 personas en cada una de sus dos unidades.
Pero también un año después, El Sol de Puebla dio a conocer que el tren contaba con apenas el 30 por ciento de su capacidad de pasajeros, las estaciones intermedias ya estaban cerradas y nunca se cumplió el prometido parque lineal contiguo.
Lo del 30 por ciento de su capacidad lo confirmó el exgobernador Antonio Gali Fayad en su Primer Informe de Resultados, pues dijo que a lo largo del 2017 tuvo un total de 94 mil 530 usuarios, que equivalió a un promedio diario en todos sus viajes, de 283 personas, y que representó apenas el 30 por ciento de su capacidad, de 318 mil 80 pasajeros en las mil 120 corridas de su primer año de operación.
Este medio también informó que, pese a su nombre, a bordo del tren nunca existió alguna vista o paisaje digno de admirarse, pues en los primeros kilómetros de su trayecto solo se veía tráfico, casas o negocios.
Además, los usuarios calificaron el servicio como caro, tanto los usuarios locales como turistas, pues los primeros pagan 13 pesos por viaje, que es más del doble de la tarifa del servicio de transporte colectivo tradicional entre los mismos municipios, que es de 6 pesos, mientras que los segundos pagan 30 pesos para abordarlo como paseo recreativo.
Desde que llegó en 2018 la actual administración del morenista Luis Miguel Barbosa Huerta enlistó una serie de irregularidades que ocurrieron en las pasadas administraciones y puntualmente del Tren Turístico, dijo que el Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos (CAPCEE) fue utilizado para arrancarlo, aunque no tenía nada que ver con las actividades escolares.
Por ello, anunció que revisaría su funcionamiento y analizarían su futuro. En reiteradas ocasiones se le preguntó al mandatario por el rumbo de esta atracción, pero se limitaba a decir que lo seguían analizando, que seguía en estudio o que estaba en revisión.
Fue hasta inicios de este año que el mandatario confirmó que cada persona que se subía a este vehículo le costaba al Gobierno de Puebla mil 500 pesos y que, por ello, su administración analizaba su viabilidad, pues ya no tenían recursos para mantenerlo o bien, estaban pensando en un proyecto externo para salvarlo.
De igual modo a inicios de año, la ex edil de San Andrés Cholula, Karina Pérez Popoca, dijo que el tren registró un sobrecosto del 700 por ciento en su operación, que no era un proyecto redituable y que tampoco estaba dejado beneficios a este municipio.
Derivado de las acusaciones del mandatario a inicios de su administración, el 4 de agosto de este año, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó que dos funcionarios del Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos (CAPCEE) fueron vinculados a proceso por el delito de ejercicio indebido de funciones públicas ligado al Tren Turístico.
La dependencia tomó conocimiento que José Guadalupe N, encargado de la Dirección Administrativa del CAPCEE y Antonio N, director Jurídico del CAPCEE, suscribieron contratos sin la autorización previa de la Junta de Gobierno.
Para este 18 de noviembre, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, confirmó que el Tren Turístico Puebla-Cholula se detendrá en el 2022 ya que el recurso para darle mantenimiento es muy caro y ese dinero puede ocuparse en otros rubros como salud, educación y seguridad.
Fue en su habitual conferencia matutina, en donde Barbosa que no habrá un nuevo proyecto para este tren, ya que no es viable. Incluso, dijo que Puebla hoy en día tiene muchas necesidades en vez de mantenerlo.
“Se va a parar en el 2022, de una vez se los digo, vamos a presentar toda la realidad de lo que implica el tren, es desastroso, cada persona que sube le cuesta al estado mil 500 pesos y no hay proyecto (…) fue un asunto verdaderamente equivocado, mal planeado y eso lo vamos a presentar todo”, concluyó.
