La madre de Aldo Clavel, el estudiante que se arrebató la vida el pasado 17 de junio, denunció en más de cuatro ocasiones ante el director del Bachillerato Octavio Paz Lozano, que su hijo sufría hostigamiento, violencia psicológica y humillaciones por parte de una de sus maestras, sin embargo, este nunca tomó cartas en el asunto.
El día trágico en que hallaron al menor sin signos vitales, la autoridad educativa del bachillerato evidenció su falta de sensibilidad, luego de que se comunicara con el padre de Aldo para solicitar la firma de ambos tutores con el fin de deslindar de alguna responsabilidad a la institución, no obstante, al negarse, este intentó persuadirlos y afirmó: “lo acontecido no fue tan grave”, lo que detonó el enojo de la familia del alumno.
“No podré dormir esta noche señora”, fueron las palabras que José Luis Olguín, director del Bachillerato Octavio Paz Lozano, declaró a la madre del menor después de negarse a firmar.
"Si él no pudo dormir ese día, yo no voy a poder dormir nunca, porque mi hijo ya no está más aquí", compartió la madre.
El Sol de Puebla acudió al centro educativo el pasado 20 de junio y al acercarse al director, este se negó a dar declaraciones en torno a esta situación. Sin embargo, la familia de Aldo después de varios días difíciles y de profundo dolor, compartieron la historia de quien fue uno de los pilares de su familia, afirmaron que esperan que al difundir esta historia, los centros educativos puedan crear conciencia de las graves consecuencias que ocasiona el no frenar a tiempo el acoso escolar dentro de las aulas.
El alumno solicitó el apoyo de su madre en diversas ocasiones para frenar el hostigamiento que recibía diariamente por parte de quien le impartía clases de Matemáticas y Cálculo Integral. Su madre, preocupada, acudió más de cuatro veces en un lapso no mayor a un mes para solicitarle al director de la institución que quitara de sus labores frente al grupo a quien ejercía acoso escolar en contra de su hijo.
DIRECTIVOS SEÑALABAN QUE EL ESTUDIANTE ERA EL QUE ESTABA MAL
No obstante, las solicitudes fueron en vano para los padres de familia, quienes siempre recibían negativas por parte de la autoridad educativa.
"Me decían que no quitarían a la maestra, que quien estaba mal era mi hijo y no ella, les advertimos que era un peligro que siguiera dando clases (…) nunca pedimos que la dejaran sin trabajo, sólo que la capacitaran, que le dieran nuevas herramientas para que supiera tratar a los alumnos y no quisieron", compartió la madre de familia.
Claudia Martínez, madre de Aldo, compartió que el detonante que causó las agresiones en contra del alumno fue un concurso de matemáticas, en donde la docente le prometió al menor que si participaba tendría un 10 de calificación en la materia, sin embargo, luego de su participación asentó un seis en su boleta.
“Mi hijo se desveló por ese concurso, ya no quería salir con nosotros por quedarse estudiando, no dormía, no comía, y al final cuando le entregaron sus calificaciones se dio cuenta de que lo habían engañado, la maestra lo exhibió en frente del grupo diciendo que sabía bien que había hecho una promesa, pero que por sus calzones no se la iba a cumplir”, compartió Claudia.
ALDO GRABÓ AUDIO PARA DENUNCIAR BULLING Y AHÍ COMENZÓ EL ACOSO
Fue a partir de la queja que el alumno presentó ante la dirección por este hecho que la docente inició presuntamente una ola de agresiones en contra del estudiante, además, la madre afirmó que sus compañeros de clase poco a poco, por intervención de la maestra, se alejaron de Aldo.
“Aldo grabó un audio, donde se escuchó cuando la maestra lo exhibió frente a sus compañeros, les decía: “A ver, que me digan cuándo yo les he pedido que le dejen de hablar a Aldo y todos se callaban, sus compañeros sabían a que se refería, pero pienso que por miedo a sufrir lo de mi hijo, nadie hablaba”, declaró la madre.
Estas agresiones continuaron por más de tres meses, hasta el punto en el que nadie se acercaba al alumno, lo excluyeron de todas las actividades escolares y lo colocaron como el centro de burla durante las clases de matemáticas y cálculo. “Mi hijo era perseguido hasta los fines de semana por esa maestra, de repente me mostraba con miedo el celular los sábados o domingos cuando le marcaba y me preguntaba si era bueno que contestara o no”, compartió el padre de Aldo.
Aldo, orillado por el miedo y la tristeza que le originaban ir a clases, pidió la intervención urgente de sus padres para que hicieran un oficio al director para que le permitieran entregar sus actividades desde casa. “Puedes hacer el oficio por favor para que ya mañana lo entregue (…) te estoy pidiendo de favor a ti, porque nadie me quiere hablar y siento feo” fueron de los mensajes que escribió Aldo a su madre durante esos meses.
ESTUDIANTE NO SOPORTÓ MÁS Y SE QUITÓ LA VIDA
Su madre redactó este oficio el pasado 16 de junio, el cual entregaría personalmente al director del bachillerato el siguiente lunes 20 de junio para frenar las agresiones en contra de su hijo, en el oficio se lee lo siguiente:
Mi hijo ante esta situación ya no duerme, tiene insomnio, falta de apetito, mareos, dolores de cabeza y ansiedad, yo he decidido que mi hijo reciba la ayuda correspondiente ya que está sufriendo trauma psicológico y no es justo que él se encuentre en estas condiciones (…) por ese motivo mi hijo Aldo Antonio ya no asistirá a clases presenciales hasta el día de la graduación, él seguirá enviando sus actividades conforme a las guías de estudio
Pese a que estaba a unos días de ser liberado de la institución y del acoso que sufría a diario, Aldo no soportó más y decidió arrebatarse la vida alrededor de las 15:00 horas en su domicilio ubicado en la junta auxiliar Romero Vargas.
Los padres y hermanos de Aldo nunca sospecharon de la decisión que él había tomado, relataron que la mañana del día trágico todo parecía estar en orden, a pesar de lo difícil que era para el alumno ir a clases, nunca cambió su actitud junto con su familia, siempre se mostró alegre y cariñoso con su entorno familiar.
“Él sabía que lo amamos, siempre se lo decíamos, éramos muy unidos y él siempre fue amoroso con todos y nosotros con ellos, sabíamos que la pasaba mal pero nunca lo dejamos solo”, compartió la hermana mayor de Aldo.
La familia relató que la noche del pasado 16 de junio, Aldo entusiasmado terminó sus tareas pendientes, se desveló haciendo una infografía y el día viernes 17 de junio se levantó temprano para continuar con sus actividades, a pesar de que ese día hubo suspensión de clases.
“Él seguía preocupado por terminar, pero le dije que mejor lo dejara para el fin de semana, les dejé dinero para que fueran por papas y cosas a la tienda y que vieran películas todo el día mientras me iba a trabajar, porque sabía que siempre estaba estresado por culpa de la escuela”, compartió el padre del menor.
DIJO QUE LE DARÍA DE COMER A SU MASCOTA
Fue durante un momento en el que Aldo les informó que saldría a darle de comer a sus mascotas cuando desapareció, y posterior a un rato cuando sus padres lo buscaron, lo hallaron sin signos vitales.
Aldo era un joven con grandes aspiraciones académicas, realizó dos exámenes de admisión en la UNAM y en la BUAP para la carrera de medicina, de los cuales estaba entusiasmado por recibir los resultados. “Él quería ser doctor, pero no porque nosotros se lo pidiéramos o solo por cumplir, él de verdad quería estudiar, se veía en sus ojos cuando nos hablaba de la carrera, nunca le negamos la oportunidad, no sabíamos de dónde, pero estábamos dispuestos a apoyarlo para que se fuera a donde quisiera”, compartió su padre.
Con profunda tristeza, los padres de Aldo piden a las autoridades educativas y a los docentes que tengan vocación por su carrera, que amen su labor para evitar que casos como este aumenten en la comunidad estudiantil. “Sufrimos por nuestro hijo, pero pedimos que los docentes trabajen con vocación para que ya no existan más Aldos en este país”, afirmó la madre.