Antes de que termine el presente semestre, en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) comenzarán a funcionar las unidades de género, que son una de las principales contribuciones que plantea la rectora, Lilia Cedillo Ramírez, para erradicar la discriminación y la violencia contra las universitarias.
Entrevistada en el marco del día internacional de la mujer, la rectora explicó que habrá una unidad por cada DES, es decir en cada grupo de escuelas de una misma área de conocimiento, mismas que estarán integradas por especialistas en psicología, criminología y derecho, además de un estudiante y un docente propuestos por las facultades.
“Vamos a ampliar el concepto de la comisión de género porque ya existe como tal dentro del protocolo, pero ahora se van a incorporar todos estos profesionales que van a encargarse de atender estos problemas y de hacer las sugerencias en materia laboral, escolar y, si así lo considera, esta comisión también pueda tomar alguna acción en la parte externa”, explicó.
La rectora sostuvo que el objetivo es que toda la comunidad de la Benemérita se sienta representada y sepa a quien acudir en caso de ser víctima o testigo de algún acto de violencia o discriminación, por lo que estas unidades serán incluidas en el Protocolo para la prevención y atención de la discriminación y violencia de género de la universidad, que en breve será actualizado.
Para Lilia Cedillo, el 8 de marzo representa una oportunidad para reflexionar sobre la vida de las mujeres y plantearse como se puede contribuir para que tengan mejores condiciones en diversos aspectos, como el laboral y académico, ya que desde estos espacios se puede abonar a crear una sociedad más justa.
¿Cree que han mejorado las condiciones de igualdad de las mujeres en nuestra sociedad?
- Yo he visto cambios importantísimos, tengo 63 años, obviamente crecí en un contexto bien distinto, cuando entré a la universidad eran condiciones muy diferentes a las que tenemos el día de hoy y algo que quiero recalcar es que, para fortuna nuestra, ha ido cambiando la manera en que se nos trata a las mujeres, el comportamiento de nuestros compañeros, desde los maestros hasta nuestros compañeros de clase.
Cedillo contó que cuando era estudiante de preparatoria vivía situaciones de discriminación en las aulas, ya que un profesor de física encomendaba a las mujeres los problemas más difíciles de resolver a manera de demostrar que no podrían hacerlo y terminaría haciéndolo un hombre y, aseguró, este tipo de situaciones en el ámbito académico se han ido erradicando.
“Ha sido un acto de conciencia, de justicia y no ha sido regalado, yo creo que las mujeres hemos luchado por muchos espacios y los hemos conquistado a base de trabajo”, remarcó.
¿Cuáles son los principales ámbitos donde hay desigualdad entre mujeres y hombres?
En el ámbito científico y deportivo es en donde tenemos que luchar fuertemente para que las mujeres tengamos un espacio de iguales oportunidades, hay unas áreas de conocimiento que tradicionalmente han sido para hombres y ahí las mujeres podemos demostrar que lo sabemos hacer y tenemos capacidad para hacerlo y otro aspecto en donde, desafortunadamente, tenemos que admitirlo y no solamente admitirlo sino hacer algo para cambiarlo es para prevenir la violencia contra las mujeres, es un tema que vivimos todos los días y en el que todos tenemos una responsabilidad. Prevenir la violencia hacia las mujeres de todo tipo, el trabajar en problemas como el acoso, el acoso se da en todos los niveles desde el laboral, el escolar, a veces familiar, desafortunadamente, entonces, está en manos de todos poder cambiarlo.
¿Qué provoca estas desigualdades?
Yo creo que estas desigualdades, más allá de ser desigualdades de tipo histórico, tienen que ver mucho con la desatención que hemos tenido hacia esos temas, a veces normalizamos lo que no debe ser normal, la violencia hacia las mujeres, el trato desigual hacia una mujer lo convertimos en algo cultural y no es cierto, en realidad nosotros asumimos ese rol, quizá porque el entorno así lo ha hecho por años y en nuestro entorno hemos vivido así, pero eso no significa que sea normal, entonces si debemos estar muy abiertos a cambiar nuestra actitud y a tomar acciones en torno a ello.
¿Cómo se puede o se debe construir esa igualdad que tanto se exige y se necesita?
Yo siempre he dicho que esto empieza en casa y se extiende a otros ámbitos y lo he mencionado en diversos foros, que uno como mujer tiene la ventaja de poder incidir desde casa en cómo educar a un hijo y una hija, desde ahí empieza todo, desde que uno trata diferente a un hijo o a una hija, en que somos más permisivos por el solo hecho que sea hombre o reprimimos ciertas capacidades o bien oportunidades que no les damos de manera igual en casa y de ahí viene todo lo demás, en el ámbito escolar, cuando nosotros les decimos, por qué no mejor haces esto, a veces como maestras, yo también he sido maestra y uno lo nota, como ciertos maestros influyen en la manera en la cual una jovencita se visualiza a futuro y se siente o no capaz de hacer ciertas cosas.
En el ámbito laboral las mujeres somos muy comprometidas, responsables, trabajadoras, pero a veces no tenemos, desafortunadamente, las mismas oportunidades, creo que en todos los ámbitos todas debemos contribuir en mayor o menor manera, pero todos lo podemos hacer.
¿Cuáles son los objetivos más importantes que deben plantear las mujeres en la conmemoración de este año?
Algo en lo que todos podemos contribuir es marcarnos a lo mejor un solo aspecto y puede ir cambiando dependiendo de donde estemos, a lo mejor el trato digno, si todos dijéramos mi meta es tratar de manera igual, digna a todas las mujeres, en ese momento tendríamos otra sociedad.
La primera rectora en la historia de la BUAP terminó su reflexión compartiendo que regularmente aconseja a sus colaboradores que eviten malos tratos o conductas hacia las mujeres, sugiriéndoles que las traten como si se estuvieran dirigiendo a mujeres queridas por ellos, como sus madres o hijas.
“Siempre les digo: imagina que esa alumna es tu mamá, cómo le pedirías a tu mamá que se comportara, cómo le pedirías a tu mamá que hiciera su mayor esfuerzo, cómo motivarías a tu mamá para decirle si puedes, en ese momento te aseguro que hasta el tono de voz va a cambiar y, nosotras las mujeres, cuando veamos a una compañera o una alumna como nuestra hija les aseguro que todo va a cambiar” concluyó.