Las tierras de cultivo de temporal y riego van en descenso en cinco de los municipios que conforman la región de Cholula. Factores como el bajo nivel de agua en los pozos, incrementos en los insumos y el avance de la urbanización han contribuido a que en la última década doscientas mil hectáreas perdieran esta vocación.
Se trata de San Gregorio Atzompa, San Jerónimo Tecuanipan y las tres Cholulas (Santa Isabel, San Andrés y San Pedro), donde son visibles extensas zonas agrarias que, en conjunto, colocan diariamente de 200 a 500 toneladas de hortalizas y granos básicos en las centrales de abasto de Puebla y México. Pese a ello, habitantes consultados por este diario coinciden que en el pasado era mayor la producción.
En el 2012, estos cinco territorios sumaban 400 mil hectáreas, según lo informado por el Frente de Productores de Hortalizas y Legumbres Región Cholula, las cuales representaban una amplia reserva protegida por más de cuatro mil campesinos que las araban en apoyo del campo.
Actualmente el contexto es distinto porque ahora la mitad de esa extensión alberga vivienda, fraccionamientos y otros proyectos lejanos a la actividad agrícola. Con ello el padrón de agricultores bajó 50 por ciento.
Emanuel Hernández Zempoaltécatl, presidente de esa organización, indica que, de las 200 mil tierras censadas, 50 mil son de riego y el resto de temporal, mismas que emplean directa e indirectamente a más de diez mil personas.
“Nos viene comiendo la urbanización y hay muchos desafíos que enfrentamos como campesinos, como la falta de agua y los altos gastos para producir la tierra”, externa el representante.
El agricultor explica que, durante 10 años, los mismos que ha estado a la cabeza de la organización, ha documentado el comportamiento agrario en los cinco municipios. El Frente cuenta con 700 agremiados, todos son habitantes de esos territorios.
No sólo ha bajado el número de hectáreas, sino también el nivel de agua de los pozos con uso agrario, así como habitacional, por el cambio climático y porque esta zona suministra de este recurso a la ciudad de Puebla.
De las 40 perforaciones de uso agrícola que operan en el polígono referido, todas reportan disminuciones en la disponibilidad del líquido. Antes se encontraba a 12 metros y ahora está entre 25 y 30 metros. Mientras que uno de tipo profundo llega a 120.
En entrevista, alerta que en los próximos cinco años habrá un reacomodo en la cifra de tierra disponible para la siembra y cosecha de los 33 productos ofertados por esta agrupación, como espinaca, cilantro, cebolla, rábano, calabaza, perejil, lechuga italiana y acelga, aunque éste no será favorecedor, porque seguramente muchos dejarán sus tierras para dedicarse a otras actividades económicas.
Son más de dos mil campesinos adscritos en Atzompa, Tecuanipan y las Cholulas, quienes año con año emplean a miles de personas para apoyo de las producciones.
Hernández advierte que, de no existir políticas públicas en la materia por parte de las autoridades de los tres niveles de gobierno, el campo enfrentará más complicaciones y la población optará por vender sus terrenos ante la falta de ayuda institucional.
ENTRE INCREMENTOS Y FALTA DE AGUA
En Los Reyes Tlanechicolpan, junta auxiliar de San Jerónimo Tecuanipan, el representante agrario, así como trabajadores del campo, concuerdan en las complicaciones presentes en este oficio.
Emanuel Hernández es tajante al afirmar que “los fertilizantes y fumigantes han incrementado de un 200 a 300 por ciento en el último par de años, porque las ganancias se las siguen llevando las grandes empresas”.
Un bulto de urea (fertilizante) estaba en 400 pesos, ahora vale mil 200, pero hay tiendas que lo ofertan en mil 300 pesos. Lo mismo sucede con un kilo de semilla de rábano, que de 400 pesos pasó a mil 400 pesos. Para sembrar una hectárea se requieren 12 kilos.
El “coyotaje” es otro problema para los campesinos que sigue existiendo a través de los intermediarios, quienes se llevan sus ganancias en cada compra.
Sumado a eso se encuentra la falta de centrales de abasto exclusivas para productores de legumbres y hortalizas, ya que en la Ciudad de México hay restricciones desventajosas para los campesinos foráneos, una de ellas, comercializar la carga sólo en el horario de 22:00 horas a 04:00 horas.
“Pedimos a las autoridades voltear a ver el campo y normar los incrementos de los fertilizantes, semillas, el diésel y la luz, porque son gastos obligados, sin contar el pago de servicios extras como el uso de un tractor y el pago de personal”, reitera.
En fechas pesadas, el Frente solicitó un apoyo de 1.5 millones de pesos para la compra de bombas de fertilizante de motor al gobierno federal para favorecer a los 700 agremiados, debido a que en la información oficial se ventiló un presupuesto de 350 mil millones de pesos para ayudar el campo mexicano, pero mejor se hizo el esfuerzo de costear la herramienta y se materializó el objetivo ante la falta de respuesta, remata.
SI NO FUERA POR EL CAMPESINO, LA CIUDAD NO COME
“Lamentablemente nadie hace nada por el campo, porque a las autoridades les importa más la ciudad que el campesino, pero si no fuera por el campesino, la ciudad no come, y pues eso nos hace chingarle más”, afirma, molesto, José Castro, vecino de Nealtican.
El joven de 35 años trabaja en un cultivo de epazote mientras platica con EL SOL DE PUEBLA.
Señala que el campo sin agua no produce y lamentablemente los pozos del municipio de Tecuanipan ya reportan bajas en el nivel de hasta 60 por ciento.
“El campo es muy matado y todavía requiere una gran inversión, pero en esta zona rural nadie (ninguna autoridad) pregunta qué se puede hacer para mejorar esto y por eso hay gente que se desprende de sus tierras”, añade en compañía de otras diez personas que lo ayudaban en las labores de la tierra.
MUCHO DINERO PARA PRODUCIR
En otro punto de la región de Cholula, concretamente en los ejidos de Santa Isabel Cholula, Adrián Palma revela de lo costoso que resulta sembrar para esperar una cosecha, donde el mercado determinará si tendrá o no valor económico.
“Tengo terreno, pero no tenemos agua y con estas temperaturas no podré tener buenas cosechas, por eso vengo a que me presten agua, pero lo malo es que ya tenemos puras migajas, porque la gran parte del recurso se va para la ciudad de Puebla”, destaca.
El campesino añade que ahora mantenerse en el campo cuesta, porque los precios de las semillas, el abono, el diésel, el fertilizante y la luz están “por las nubes”.
Por su parte, doña Fortunata, también productora de este municipio, lamenta que en muchas ocasiones se haya quedado en banca rota por trabajar sus tierras.
“Para fertilizar la tierra necesito 36 mil pesos y a veces cuando cosechamos salimos al pelo en la recuperación de la inversión, pero es triste que no tengamos apoyo”, reprocha.
FERIA DEL PRODUCTOR
El Frente de Productores de Hortalizas y Legumbres Región Cholula adelanta que en este año se reactivará la Feria de Productor, la cual tendrá lugar en la comunidad de San Agustín Calvario, perteneciente a San Pedro Cholula, con la finalidad de crear espacios de venta directa con los compradores e impulsar el campo.
El presidente de la agrupación subraya que afortunadamente este gremio sigue fuerte y casi completo después de haber (casi) superado una pandemia, que le arrebató la vida solo a cuatro de sus agremiados.