Vecinos de la colonia Xonaca se organizaron para pintar la conocida Fuente de los Muñecos, aunque criticaron que el área de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Puebla estén dañando el inmueble con la cloración del agua y la falta de arreglo a las luminarias.
De manera anónima, ante las represalias de los integrantes del comité vecinal, los colonos refirieron que la Comuna tiene abandonado este sitio emblemático y que han pasado semanas sin que los empleados se lleven hasta la basura.
En un recorrido por las calles 22 Oriente y 18 Norte, El Sol de Puebla constató que el monumento de los infantes ya fue pintado solo por la parte delantera, pero hace falta la trasera.
Los vecinos informaron que la parte posterior no se encuentra pintada porque no se han retirado las bases de agua y desde una semana antes les pidieron dejar de suministrar el agua.
“Fue uno de los vecinos que vino a pintar, pero pedimos a los del Ayuntamiento que dejen de poner agua para hacer todo bien y nos dijeron que no se iba a poder e incluso, nos reprocharon y que diéramos datos precisos de la persona que lo había hecho porque era ilegal”, comentó un colono inconforme.
Asimismo, otra vecina dijo que la Comuna si estaba realizando un daño al patrimonio porque cuando proporcionan agua a la fuente se hace con sustancias como cloro u otros elementos químicos que están dañado la cerámica de talavera con la que está forrada.
“Yo creo que el daño al patrimonio lo hacen las personas que grafitean, no nosotros los vecinos que solo estamos intentando arreglar la fuente de los Muñecos, que tiene años que lo cuidamos”, comentó.
En la fuente se han hecho festejos del Día del Niño e incluso, algunas personas piden deseos depositando una moneda, dinero que se han llevado los trabajadores de la Comuna, agregaron enojados los pobladores.
LA LEYENDA
En Puebla hay una leyenda que señala que hace muchos años que un hombre que vivía ahí con sus 2 hijos de aproximadamente 6 y 7 años respectivamente; que se perdieron y se presume cayeron en el pozo de la zona.
Por esa situación conmovedora, el gobernador de Puebla, Maximino Ávila Camacho mandó a hacer en ese lugar una fuente y ordenó colocar las estatuas de los dos niños.