SAN PEDRO CHOLULA, Pue.- Como muchos ciudadanos afectados por elterremoto del pasado 19 de septiembre, los tradicionalesladrilleros y blockeros de Cholula perdieron mercancía y clientes,y tienen puesta en la próxima etapa de reconstrucción, laesperanza de mejorar su condición.
Aunque el temblor echó abajo casas, escuelas y templos en elestado, esto no ha sido estímulo económico para las cientos defamilias que viven de la elaboración con sus propias manos detabiques y blocks, pues para ellos su trabajo y mercado tambiéncolapsaron.
Productores como don Martín Almonte son un ejemplo de ello, élperdió millares y millares de ladrillos o tabiques que fabricódurante meses en su taller familiar Almonte, un patrimonio quetenía listo para ser vendido y que el temblor tiró yfracturó.
“Pues es que con el temblor las trincheras (bodegas) secayeron y se echó a perder todo, nos quedamos sin material, como40 millares”, explicó.
Por si fuera poco, agregó, insumos como la arena y la leñasubieron de precio después del movimiento telúrico, de modo quecada vez tiene menos dinero para sostenerse.
Otro caso es el de la blockera San Martín, que acordó con eldueño de una casa de materiales que tenía almacenados variosbultos de cemento y que estaban por echársele a perder,transformarlos en blocks, que de modo que el empresario no pierdatotalmente esa mercancía y la blockera no tenga que invertir enmás material para seguir produciendo. “Tuvimos que hacer eso porquepues así aunque el señor le pierde un poco, ya no lo pierde todo,porque el cemento es caro, y nosotros seguimos trabajando”,abundó Angélica Guevara, empleada deltaller.
Y es que añadió, desde el sismo las ventas no han sido lasmismas, sino mínimas, como si la gente no hubiera sufridoafectación alguna en sus propiedades pero sí en sus bolsillos yno tuviera dinero o deseo de comprar y continuar con sus planes deconstrucción.
De hecho, a don Eulogio Almonte, el terremoto le cerró susmercados de venta de ladrillo en municipios como Izúcar deMatamoros y estados como Hidalgo, pues aunque en esas zonas tieneclientes, a los que mandaba millares y millares de producto, araíz del temblor se prohibió el paso de unidades de carga, lo quearruinó su negocio.
“Pues es que por el sismo, ya no dejan pasar a los camionesque llevan los ladrillos, ése camión de allá –dice mientrasseñala uno blanco al fondo de su propiedad- ha estado toda lasemana parado, no está trabajando y no estamos ganando”,lamentó.
Igual que otros productores de la región, está invirtiendo elpoco dinero que tiene en la elaboración de más material con laesperanza de que en breve se restablezca el comercio del materialde construcción.
LA RECONSTRUCCIÓN, LAESPERANZA
Todos esperan que una vez que inicien las labores dereconstrucción de todos los inmuebles que afectó el terremoto,los ladrillos y block que ellos construyen sean demandados.
Don Martín y don Eulogio, están esforzándose desde hacealgunos días por invertir el poco dinero con el que cuentan paraproducir y tener mercancía lista para vender en los próximosdías que se requerirá de material de construcción.
Para ellos, igual que para otros que esperan volver a tener suhogar, la reconstrucción es su esperanza de trabajar para ganardinero y sostener sus negocios de cara a la temporada de frío, quecomplica nuevamente la producción.