La señora Victoria Eugenia de 69 años ha sido testigo de diferentes movimientos telúricos en la capital poblana. El sismo de esta mañana le recordó otros cuatro eventos muy similares, aunque a diferencia de aquellos años, esos fueron desastrosos.
“Me asusté un poco, pero ha habido otros que ¡que bárbaro!”, dijo Doña Eugenia en entrevista con El Sol de Puebla, luego del temblor de 7.5 registrado este lunes con epicentro en Crucecita, Huatulco en Oaxaca.
Este temblor sirvió para que esta señora que vive en una de las colonias más populares de la entidad, Anzures, recordara pasadas tragedias.
El 28 de julio de 1957 ocurrió uno de los sismos más fuertes en México. En la capital del país el movimiento de 7.7 provocó que el Ángel de la Independencia se cayera: un histórico y desbastador momento. El terremoto dejó 700 muertes y 2,500 víctimas.
“Estuvo muy fuerte y oír a mis papás que comentaron que se había caído el Ángel de la Independencia”, recordó nuestra entrevistada.
Pero, sin duda, lo que más le viene a la mente son los del 14 de marzo de 1979, conocido como el Terremoto de la Ibero.
“Ese fue espantoso. Vi el edificio de enfrente de mi casa (ubicada en la Colonia Anzures) quebrarse, se cayó la parte de adelante y los departamentos de hasta abajo sufrieron daños. La gente salió despavorida”.
Con dos hijos bajo el brazo, Doña Victoria no dudó en salirse a la calle y ver cómo todos corrían.
“Estaba la gente muy preocupada. Me pedían el teléfono para hablar y las líneas telefónicas estaban sin servicio”.
Con magnitud de 7.6 el sismo fue muy conocido por haber provocado el derrumbe de la Universidad Iberoamericana de la capital del país.
Y en el imaginario colectivo de los más jóvenes y en los recuerdos de los más grandes aún se mantiene con vida el terremoto del 19 de septiembre de 1985 qué horrorizó a la nación entera.
“Ese estuvo espantoso. En la televisión veía cómo se iban cayendo los edificios. Estaba con mis hijos, no habían ido todavía a la escuela. Se cayeron muchos edificios de gobierno”.
Con magnitud de 8.1 este ha sido el más devastador movimiento telúrico de México. El cual provocó la caída de varios edificios y más de 40 mil muertos.
Hace tres años, en Puebla los poblanos volvieron a sentir la fuerza de la naturaleza con el estrepitoso temblor de 19 de septiembre. Una fecha muy significativa y macabra para los mexicanos.
A las 13:14 horas el sismo de 7.1 sacudió a la capital y algunas localidades cercanas. La gente del Centro Histórico de la entidad, salieron de sus oficinas y trabajos.
Algunas casonas sufrieron daños en sus fachadas y muchas Iglesias sufrieron daos irreparables.
En Atzala, municipio mixteco de Puebla, perdieron la vida 12 personas, entre ellas cuatro menores de edad, que celebraban un bautizo cuando la cúpula del templo de Santiago Apóstol se vino abajo.
No sólo hubo pérdidas físicas, el daño está latente en las edificaciones que ya no están: como una iglesia del siglo XVII casi destruida, muros de inmuebles con cuarteaduras y fachadas marcadas con una X en color rojo que recuerda que estructuralmente tuvieron daños.