Por muchos años Verónica González sufrió violencia por parte de su pareja, y cuando logró dejar ese vínculo de agresión y rehacer su vida con otra persona, su ex enfureció. Este hombre se llenó de celos y le quitó a su hijo para hacerle daño. Lleva un año sin tener la custodia total del menor, pese a que el niño en las visitas presenta moretones, sus dientes están podridos y que el padre nunca presentó un argumento sólido para tener la tutela completa.
“Yo me separé en el año 2020 y en el 2022 empiezo una nueva relación, fue lo que no le gustó a mi ex pareja. Ahí empezó el acoso y las amenazas de que me iba a quitar a mi hijo y que no lo volvería a ver. Él es muy amigo del cuñado de Tony Gali y desde ahí fueron sus amenazas, que tenía muchos contactos, hasta que me lo quitó”, relató.
Vero dejó que su ex pareja y sus ex suegros pudieran ver al niño y ya habían acordado que un día y a cierta hora pasaría por el menor, pero cuando fue a recogerlo, no quisieron entregárselo, argumentando que era mala madre. Incluso, al niño ya lo habían manipulado y constantemente decía que no se quería ir porque era todavía temprano.
Cuando esto ocurrió, pidió apoyo de la policía municipal de Coronango, quienes le dieron acompañamiento, pero cuando llegaron al domicilio, resultó que eran amigos de su ex pareja y ya no hicieron nada. “Sólo me dijeron: señora, no podemos hacer nada, nos vamos a retirar”, lamentó.
La mujer procedió a levantar una denuncia por sustracción y solicitó la guarda, así como custodia. En ese momento indicó que el niño estaba enfermo, que su medicina no la tenía el padre, pero a las autoridades no les importó. “El papá de mi hijo alegó que yo le pegaba, que le había pegado con un palo en la cabeza, que mi nueva pareja también le pegaba y que el niño nos tenía mucho miedo. A él si le creyeron”, relató.
Juez le niega ver a su hijo
Por lo anterior y al ver que al padre lo habían beneficiado, solicitó al juzgado visitas y convivencias, pues era su derecho como madre seguir viendo a su niño, pero se las negaron. “El juicio inició en abril del año pasado y en septiembre me conceden las visitas de una hora en domingo, en mi primera visita el papá de mi hijo me agrede y dice que yo lo quería secuestrar. Chocó mi carro y yo ya estaba embarazada, pero no le importó y mi abogada me sugirió no denunciarlo”, agregó.
Desde ese momento y hasta la fecha, las autoridades le argumentan que sus expedientes se han perdido, que no han realizado los dictámenes psicológicos correspondientes y que el Centro de Convivencia Familiar Supervisada (Cecofam) no entrega informes.
Abogado le sugiere no ver más al niño
Esto se suma, al trabajo poco eficiente que han realizado sus abogados, la última defensa le cobró más de 12 mil pesos y le sugirió ya no buscar al niño. “Me dijo que, si no estaba a gusto con su trabajo, que contratara a otra persona, pero cuando le pido avances, no hay”.
Para este año, conoció a la colectiva Madres Exigiendo Justicia contra la Violencia Vicaria, quienes la han apoyado moralmente y también la han orientado jurídicamente para que su caso avance. Aunque cada vez está más agotada física/emocionalmente sigue en la lucha por recuperar a su hijo, principalmente porque teme por su salud.
“Le hicieron una valoración psicológica a mi hijo, donde decía que mi hijo sabía contar, que era muy sociable, que se desenvolvía muy bien, que hablaba bien, pero eso es mentira, ya no va a la escuela de forma contante, llega con golpes, con ronchas, con la ropa descuidada, sus zapatos no son de su medida, mi hijo está en pésimas condiciones y sigo en lo mismo. Nadie le presta atención, el otro día le aplastaron un dedo, le tuvieron que quitar su uña, sólo quiero que regrese conmigo y que esté en un lugar en donde recibe amor”, concluyó.
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