María Fernanda Palomera es otra mujer víctima de violencia vicaria que está segura que su ex pareja se llevó a sus hijos con un solo fin: hacerle daño. Afortunadamente ya tiene a su lado a su hija menor, pero el niño de 10 años sigue con su padre y teme que la estadía con este hombre le haga daño psicológicamente, por eso quiere recuperarlo.
Todo comenzó cuando el padre de su ex pareja se enfermó, pues desde ahí su carácter cambió. Ya solía ser celoso, pero con esta situación aumentaron sus celos, incluso ya no quería que María Fernanda estuviera tanto tiempo con su hijo.
“Si el niño lloraba me decía: ya lo vas a ir a ver, y yo respondía que sí, pues es mi hijo que no lo iba a dejar así. O si se enfermaba me decía que él no iba a estar pagando el doctor y cuando se murió su papá, su madre se empezó a meter mucho en la relación. Al grado de que ya no quería ir a ningún lado sola y opinaba mucho en mi relación”, comentó.
Como fue pasando el tiempo, María Fernanda le pidió la separación, además de que ya había violencia física de por medio, pero se enteró que estaba embarazada y aguantó un poco más. Al paso del tiempo, todo cambió, pues este hombre a sus espaldas ya se había asesorado jurídicamente para solicitar el abandono de hogar y posteriormente quitarle al niño mayor.
“Llevo un pleito legal con mi esposo desde hace ocho años. Desgraciadamente al inicio me tocaron unos abogados que me llevaron mal el asunto. Muchos se vendieron, otros dejaron de llevar mi caso sin motivo o con mentiras por amistad con mi ex pareja (…) cuando todo comenzó estaba embarazada de mi segunda hija, entonces fue muy complicado estar al cien”, compartió.
Acudió a audiencias para determinar quien se quedaría con el menor y por la presión y por no querer que su hijo sufriera, permitió que su ex pareja se quedara con él y ya solo lo veía en las visitas acordadas en el DIF, pero en últimos encuentros ha notado que el niño ha cambiado.
Lo ve más violento, más grosero y teme que la estadía con su padre le esté haciendo más daño en vez de darle calma, así como la felicidad que un niño necesita.
Hija menor es obligada a convivir con su padre
En el caso de la niña, su ex pareja la podía ver ciertos días en los centros de convivencia, pero a la menor no le gustaba estar con su padre y se lo externó varias veces a las psicólogas presentes, pero la ignoraron.
“Hubo un día que mi hija dijo que no quería convivir y la psicóloga y el papá le dijeron -otro ratito, espérate-, ella se quería salir y corrió a la puerta, pero la psicóloga le cerró la puerta. Desgraciadamente mi hija ha visto cosas muy tristes”, lamentó.
Para enero de este año, al padre le avalaron visitas abiertas y el 22 de febrero que se llevó a convivir a la niña, ya no la regresó. “La sustrajo (…) metí una denuncia por sustracción en la FGE, pero la Fiscalía respondió que ellos no recuperan menores (…) me la hacen larga”, declaró.
Un día, Fernanda pasó por la escuela de gimnasia de sus hijos y vio a los menores junto a su padre. Detuvo el coche y al ver a la niña, ambas corrieron para abrazarse, pero el padre no permitió esto y solicitó que cerraran la institución.
“Al intentar acercarme recibo un golpe y cuando veo, el que me había pegado fue mi hijo de 10 años con uno botella de agua. Trato de acércame y el papá me empuja, me jala, me cerró la puerta en mis manos, me quitó uñas y lastimó dedos (…) mi hija se puso a chillar y pidió que la dejaran irse conmigo, entonces un profesor me deja entrar, me dice que la niña quiere irse conmigo y me permiten llevarla”, expuso.
Luego acudieron a la Fiscalía y ahí reafirmaron que la custodia la tiene María Fernanda y dejaron que se la llevara tras estar separadas dos meses, pero ahora está preocupada por su hijo y en últimos días ya inició una nueva denuncia por violencia vicaria.
“En la pandemia yo quise llegar a un convenio con él y no sólo ahí, han sido muchas veces para el bien de los niños, él me dice que tengo que regresar con él y que si no me hará la vida imposible por la vía legal a mí y a mi familia y obviamente sí lo está haciendo y está poniendo a mi hijo en mi contra”, compartió.
María Fernanda hace pública su historia debido a que teme por la seguridad de su hijo mayor, el que sigue con su padre, ya que la golpeó y su hija refirió que el tiempo que estuvieron juntos la violentaba. Fernanda no quiere que crezca en un ambiente lleno de violencia, pues está segura que está siendo influenciado por su ex pareja.
“Me preocupa la situación de mi hijo, si siendo un niño de 10 años ya se atrevió a pegarle a su mamá y a su hermana no se que va a pasar en el futuro (…) nosotros siempre le hemos daño cariño y es muy triste ver esta situación (…) he ido al centro de convivencia, pero se rehúsa a verme, entonces sólo pido que se haga justicia, que se consigne la carpeta de sustracción para que mis hijos estén bajo mi custodia y de verdad crezcan bajo una buena educación”, concluyó.