Yarasbeck Torres se enamoró a través de una aplicación de citas de un colombiano que le prometió una auténtica historia de amor. Cuando se conocieron, él le dijo que necesitaba ayuda para quedarse en el país y ella arregló todo para que su familia lo aceptara. Se embarazó, pero como fueron pasando los meses, este sujeto se volvió agresivo, celoso y de un día para otro, se llevó al bebé que tuvieron juntos. Aunque ella pidió ayuda de las autoridades, se niegan a emitir la Alerta Amber, argumentado que está con el papá y que no le puede hacer daño al menor.
Todo ocurrió el pasado 13 de enero, cuando su todavía pareja, Johan Alejandro N., se llevó al menor de dos años de edad. Ella estaba durmiendo y cuando despertó, el niño ya no estaba a su lado. Inmediatamente se comunicó con Johan, quien le dijo que se lo llevaba para darle una mejor calidad de vida y que ya no lo volvería ver. Yara fue a la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), en donde emitieron una carta de hechos, pero le argumentaron que no podían emitir una Alerta Amber porque es el padre.
Al preguntarle a Yara si existieron antecedentes de que este hombre realizaría esta acción, respondió que en los últimos meses se volvió posesivo, tenía todas las contraseñas de sus redes sociales, ya no la dejaba ver a sus amigos, ni familiares, le llegó a pegar, pero nunca creyó que le iba a arrebatar al bebé. En alguna ocasión le dijo que si se separaban él se haría cargo del niño, pero lo tomó como palabras al aire, ya que muy pocas veces lo cuidaba y se desesperaba si lloraba.
“Yo tengo miedo de que lo saque del estado o hasta del país, porque aquí en Puebla no tiene quien lo ayude y yo sé que su mamá vive en Torreón, Coahuila, es la única que le puede dar asilo o sus familiares de Colombia. Me traté de comunicar con ella y con sus hermanas de Colombia, pero nadie me quiere ayudar y están solapando lo que él hizo”, comentó.
Como pasaron los días, este sujeto se comunicó con Yarasbeck, le dijo que no estaba incurriendo en ningún delito porque es su hijo y que, si tanto quería verlo, que fuera a Torreón a buscarlo, pero no dio una dirección en específico y tiene miedo que al acudir, él y su madre le hagan daño. También es preciso mencionar que ambos pertenecen a la Iglesia la Luz del Mundo y los integrantes de este centro religioso, los han ayudado en Torreón para tener casa.
“Cuando me llamó me dijo que mi hijo estaba siendo maltratado y que estaba en una situación de carecía, como si quisiera que eso quedara en la llamada. También me dijo que era tan pequeño que algún día se iba a olvidar de mí, que ni siquiera me iba a recordar (…) y después de eso ya no hay más (…) él nunca me dijo que me iba a quitar a mi hijo, hasta el día que pasó este hecho, dormimos juntos y yo confié pese a la violencia que ejerció”, compartió.
Johan Alejandro al principio fue un hombre carismático, romántico, que hizo creer a Yara que había encontrado el amor verdadero, pero cuando comenzaron a salir, él le dijo que necesitaba ayuda para quedarse en el país y que no tenía casa. Ella habló con su familia para que se pudiera quedar con ellos y aunque al principio no estuvieron de acuerdo, por la insistencia accedieron.
Sin embargo, Johan Alejandro nunca trabajó, su argumento fue que no tenía los papeles de la nacionalidad mexicana y que por eso no le daban empleo. La familia de Yara le dijo que abriera los ojos, que este hombre sólo la quería estafar, pero ella no hizo caso y hasta empezó a dar más dinero para que él pudiera comer más y que sus seres queridos no se enojaran.
Hoy en día, Yara ya se dio cuenta el grado de manipulación en el que vivía y teme que su hijo sea llevado a otro país. A las autoridades ya les informó que está en Torreón, pero han hecho caso omiso. Hoy sólo pide que emitan la Alerta Amber, pues es un mecanismo para la búsqueda y pronta localización de niñas, niños y adolescentes reportados como no localizados.
Actualmente, recibe apoyo de la colectiva Madres Exigiendo Justicia Contra la Violencia Vicaria, ya cuenta con abogado y se abrió una capeta de investigación por el delito de sustracción de menores. En el número que le marcó a Yara le notificaron que tiene una audiencia en próximos días, pero ella teme que no llegue. Hace un llamado a la Fiscalía para tomar cartas en el asunto.