La Virgen de los Dolores es una de las imágenes más veneradas en Semana Santa por representar el pasaje de aflicción por la pasión de su hijo Jesús, la efigie data del siglo XVIII y se atribuye a José Villegas Cora.
El historiador y arqueólogo poblano, Eduardo Merlo Juárez explicó que la imagen fue puesta en un nicho en el Convento de Nuestra Señora del Carmen y cada viernes de dolores fue sacada en un altar y procesión para recordar sus flagelos durante la Semana Santa.
Cuando la imagen de incorporó a la procesión de Viernes Santo, ésta ya salía de la parroquia para recordar los momentos más dolorosos de la Virgen María y hoy es una de las imágenes más significativas del viacrucis.
“Suponemos por sus condiciones, por sus rasgos que fue una obra de José Villegas Cora, que es uno de los mejores escultores del siglo XVIII, es una imagen de vestir, quiere decir que está hecha a propósito así para que se le quiten y pongan vestidos y los devotos van regalando la túnica, el manto, la toca que es el lienzo que le cubre la cara, su aureola con las estrellas, ese es el símbolo del dolor y la gente lo lleva”, explicó.
El culto a la Virgen de los Dolores data de 1412 en el sínodo de la Colonia, cuando los padres teólogos determinaron recordar a María por su aflicción y dolor durante la pasión de su hijo, en los días santos se le dedican rezos y el pésame por la muerte de Jesús.
En su rostro, de acuerdo con el especialista, guarda rasgos que comunican su dolor y pena, como el resplandor lleno de rayos, el rostro afligido, las lágrimas, indumentaria morada en señal de penitencia y un pañuelo entre las manos para secar su llanto.
Algunas versiones de la Virgen de Dolores cuentan con un corazón atravesado por siete puñales, cada uno de ellos recordando un pasaje de su vida y el sufrimiento por su hijo antes y durante su crucifixión.