Un total de 29 menores viven en prisión con sus madres en alguno de los Centros de Reinserción Social de Puebla, todos ellos, tienen menos de siete años de edad.
De acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública, 20 de los menores son niños y siete son niñas, mientras que las edades de sus madres van de los 20 a los 53 años.
El histórico de menores en prisión con sus madres, revela que este número ha tenido un incremento, ya que en 2016 había 13 menores viviendo con sus mamás en algunos de los Ceresos y la cifra se duplicó en los siguientes años.
Las estadísticas del 2016 revelan que, de los 13 menores, cuatro eran mujeres y nueve hombres, y al primer trimestre de ese año 11 tenían menos de 12 meses.
En el primer trimestre del 2017, la cantidad de menores en un penal del estado fue de 20, en ese año 13 niños y siete niñas, se encontraban desde recién nacidos hasta los cinco años de edad.
Para los primeros meses del 2018 ya había 23 menores con sus madres en prisión y todos tenían una edad que rondaba los 20 días de nacidos a los seis años.
En la actualidad, la población penitenciaria femenina es de 468 personas, ello representa sólo el 6.5 por ciento del total de personas que se encuentran en prisión en el estado de Puebla.
La Ley Nacional de Ejecución Penal establece que las prisiones en las que se encuentren menores deben estar adecuadas para su estancia y desarrollo durante el tiempo que permanezcan con sus madres.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha recomendado que las madres que se encuentran en prisión tengan un trato digno, acceso a salud y educación para ellas y para sus menores. El Estado privilegia el derecho de las progenitoras a convivir con sus hijos durante los primeros años de su vida.