Vivir con autismo, la historia del pequeño Christopher

Pilar Pérez

  · domingo 2 de abril de 2017

Foto: Javier Pérez

Conductas motoras repetidas, apego inusual a objetos, dificultadpara relacionarse con otros, no responder cuando se le llama por sunombre o alteraciones en el lenguaje son tan solo algunos de lossignos a partir de los cuales se puede identificar cuando un niñotiene el trastorno de espectro autista.

Christopher tiene apenas cuatro años de edad, es un niñojuguetón y risueño que recién cursa el preescolar, pero tienedificultades para relacionarse con otros. Su desarrollo parecíanormal, aunque, hace poco más de un año, al parecer de la nada,dejó de hablar y tenía episodios convulsivos nocturnos, lo quepreocupó a sus padres quienes de inmediato lo llevaron con unespecialista, quien le practicó un electroencefalograma y otrosestudios, por lo que fue diagnosticado con este trastorno.

Hoy, 2 de abril, se conmemora el Día Mundial del Autismo, quetiene la intención de reconocer los derechos como ciudadanos delas personas que sufren esta perturbación y que puedan tomardecisiones sobre su vida de acuerdo con sus propios deseos ypreferencias, según explica la Organización de las NacionesUnidas (ONU).

Mariel Macías Reyes, directora administrativa de Autismo PueblaA.C., explicó que se estima que uno de cada 115 nacimientos enMéxico tiene el espectro, por lo que calculó que en el estado dePuebla hay a alrededor de 21 mil personas con el trastorno, de lascuales unas 9 mil se concentran en la capital.

Explicó que el trastorno del espejo autista se trata de unaalteración en la forma en la que el cerebro procesa lainformación, por lo que modifica el desarrollo y la evoluciónpropia del ser humano.

De tal manera que una persona con autismo no tiene unadiscapacidad a partir de la cual no pueda alcanzar su desarrollo,sino que lo hará de forma distinta y esto implica –agregó- quelos esquemas de enseñanza y forma de relacionarse de quienes larodean también serán diferentes.

“Las áreas que son alteradas en el caso del autismo son lasrelaciones sociales, la comunicación y el lenguaje, los interesesrestringidos, el apego y las conductas repetitivas (balanceo,aleteo, movimiento de las manos frente al rosto o caminar depuntitas). Entonces, las señales de alerta, que son las primerascosas que observas en una persona con autismo, las puedes ver desdelos 12 meses de edad”, añadió.

Y explicó que es la falta de contacto ocular, no responder a sunombre, el lenguaje que está alterado o no se ha presentado, notener relaciones sociales como las de otras personas, tener apego aobjetos así como movimientos repetitivos.

Comentó que el diagnóstico médico se puede hacer desde los 18meses de edad, el cual se debe realizar de manera integral; esdecir, que se involucren especialista en psiquiatría,psicopedagogos, neurólogos y la participación de lasfamilias.

Especificó que no hay una causa para desarrollar el autismo;sin embargo, las investigaciones apuntan que está relacionado conla genética, aunque se sabe que se trata de un trastorno de baseneurológica, lo que tampoco indica que se haya daños de otro tipoen el cerebro.

No obstante, dijo que con la atención adecuada es posible queel niño con autismo se incluya en la sociedad sin problemas, porlo que podrá asistir a escuelas regulares e incluso, de adulto,tendrá la posibilidad de insertarse en el campo laboral.

LOGRA CHRISTOPHERINCLUSIÓN

Mientras Christopher se sometía a su terapia del lenguajesemanal en las instalaciones de Autismo Puebla A.C., -ubicadas enPrivada 24-A Sur número 3529 en la colonia Alseseca- su madreAdriana Meza contó a El Sol de Puebla que fueron unos procesosconvulsivos y la pérdida del lenguaje cuando su hijo tenía tresaños de edad lo que alertó a ella y su esposo para buscar ayudamédica.

“Al parecer Christopher se convulsionaba cuando dormía, nohabía presentado otra alerta física y aunque estuvo bajotratamiento médico, él estaba muy apático. Solamente decía laspalabras mamá o papá y otras cosas, pero de pronto empezó aseñalar y como le habían dado un medicamento se lo quité ycomencé a notar un cambio favorable”, dijo.

Aunque estuvo con medicamento, buscaron una segunda opción yfue como llegaron a Autismo Puebla A.C., donde fue diagnosticadocon principios del síndrome de asperger, que se considera unaforma de autismo de alto funcionamiento y lleva a una dificultad deinteracción social, repetición de conductas y torpeza; sinembargo, ya tiene avances en su desarrollo.

“Ahorita, acude aquí a las terapias, ha avanzado demasiado;entonces, considero que las terapias le han ayudado mucho y es uncomplemento, pues acudimos aquí para tener una segunda opinión yaquí es donde le dan su terapia del lenguaje”, añadió.

Para Adriana, fue complicado saber el diagnóstico de su hijo,pues se preocupó por su desarrollo; sin embargo, tuvo ayuda deespecialistas que le han permitido un adecuado desempeño, por loque se siente satisfecha por sus avances y sabe que puede seguircursando sus estudios en escuelas regulares y más adelante, dejoven y adulto, podrá tener un trabajo estable.