Amanece en Santiago Xalitzintla y la neblina que desciende del volcán Popocatépetl comienza a despejarse con el sonido de las bocinas que anuncian el fallecimiento de una persona, o la venta de carne de cerdo, principalmente chicharrón y carne de res y pollo, aunado al cantar de algunos gallos.
A inicio de esta semana, el anuncio más repetitivo, es la compra de haba limpia a buen precio.
Así es la comunicación en esta localidad poblana, adscrita al municipio de San Nicolás de los Ranchos, la más cercana al Volcán Popocatépetl, donde sus habitantes se informan y comercializan con aparatos de sonido que aún siguen siendo populares en lugares recónditos de nuestro país y estado, donde la señal de celular es baja o incluso sin la existencia de una red telefónica.
Los más de 2560 habitantes es similar el número de metros de altura que están sobre el nivel del mar, por lo que el clima templado es un ruido conocido cada mañana, similar al que de vez en cuando sorprende proveniente del cráter de “Don Goyo”, que está a tan sólo 13 kilómetros de esta localidad de San Nicolás de los Ranchos, que está acostumbrada a dormir y convivir con este volcán activo, que recientemente comenzó a lanzar una serie de fumarolas y material incandescente.
“Si, aquí así nos informamos, si queremos vender algo, o si alguien mató un marranito, se anuncia desde una bocina, hay casas donde uno va y les paga de 10 a 20 pesos, y nos ponen nuestro anuncio, son como tres o cinco que son seguidos o por cada cierta hora”, dijo una señora que llevaba maíz para vender a Cholula.
En tanto, otro señor de la tercera edad de nombre Rufino, contó que, a veces cuando se les pierde un borrego, una vaca o un becerro, principalmente, también avisan ante una bocina para que, si alguna persona llegue a ver a su animal de consumo o incluso de carga, ya que también hay casos de que se les fugan caballos.
“Acá ya estamos acostumbrados al aviso de las bocinas, porque muchos no sabemos utilizar el celular, además que es más barato pagar por un anuncio y se escucha en casi todo el pueblo, por eso preferimos por este aparato”, mencionó Sergio, un vendedor de carne de pollo.
De este modo, trascurren los días en esta comunidad que vive sin miedo, pero con respeto al volcán Popocatépetl, al cual le hacen ofrendas y regalos en distintas fechas del año, a fin de que no les dé un gran susto o que tengan que abandonar sus casas y terrenos, la mayor preocupación de los que habitan en Santiago Xalitzintla.