Hay miles de historias de personas que dejaron su trabajo por la pandemia, pero también en donde tuvieron que buscar empleo a raíz de la contingencia sanitaria, tal es el caso de Martha Torres, una ama de casa que decidió emprender para ayudar a su familia a salir adelante.
Martha teje prendas en gancho, ella no sabía de esta técnica hasta que llegó la pandemia, pues su hija le dijo que todos los miembros de la familia tenían que apoyar económicamente para que no se vieran afectados por la emergencia de salud.
“Mi hija me dijo que si podía tejerle una prenda, ella me obsequió los ganchos con los que trabajo y los separadores, compramos estambre para hacer su blusa y cuando la terminé le gustó mucho, me dijo que debería hacer mi propio negocio. Con la situación de la pandemia nuestra economía dio un giro bastante completo y lo que hicimos fue emprender cada uno para apoyarnos”, comentó.
Aunque nunca se le dieron las cosas manuales, Martha se dio cuenta que sus prendas eran del gusto de las mujeres jóvenes, además que los top crochet que hacía estaban muy de moda. Fue así que nació Zaranda Crochet, su primer emprendimiento.
Desde ese momento y con la ayuda de su hija, Martha ha buscado espacios en bazares para promocionar sus productos. Al principio tenía miedo de que nadie le fuera a comprar, pero su sorpresa fue que muchas jóvenes se han interesado, incluso ha mejorado mucho su técnica y si alguien quiere un modelo en especifico, sólo necesita llevarle una imagen para que pueda recrearlo.
“Empecé a creer en mí porque la gente se detenía y veía mis prendas. Eso me fue dando confianza, a parte me di cuenta que a veces nos enfocamos más en nuestras debilidades que en las fortalezas y eso es importante, creer en nosotras y en lo que nos va a hacer fuertes”, agregó.
Martha aceptó que no es muy fan de las redes sociales, le ha costado mucho familiarizarse con estas herramientas, pero en el Instagram de Zaranda Crochet trata de subir sus diseños y las ubicaciones de los bazares en los que va a estar para que puedan ir a conocerla y comprar sus productos.
Desde que arrancó este proyecto, Martha se ha vuelto más segura de sí misma y sin dudarlo dice que la ha empoderado, pues sabe que con el granito de arena que salga de sus ventas apoya a su familia para tener una mejor calidad de vida.