El jueves 27 de enero fue arrestado Facundo Rosas, ex funcionario estatal en la administración de Rafael Moreno Valle y en el gobierno federal en la administración de Felipe Calderón Hinojosa, luego de que atropellara a una mujer en calles de la Ciudad de México, hecho que quedó registrado por las cámaras de seguridad de la CDMX.
En las grabaciones se puede observar el tránsito habitual de la capital del país sobre Insurgentes Sur y el Eje 10 Sur e incluso se ve pasar una patrulla del gobierno capitalino y a una unidad del transporte público circular por el lugar, mientras la mujer aguarda en la esquina para cruzar sobre la cebra peatonal.
Cuando la fémina decide cruzar detrás de ella avanza un vehículo color gris y en el siguiente carril una camioneta blanca de la marca Toyota, modelo Sequoia, con placas del estado de Puebla, en la que viajaba el exfuncionario.
Es en este momento cuando con la parte delantera derecha del vehículo la mujer es golpeada y proyectada hasta el último carril de la vialidad, momento en el que incluso está a punto de ser aplastada por otro auto que circula sobre la incorporación pero que logra detener su marcha al ver caer a la víctima.
Por unos segundos la circulación continúa hasta que los conductores se percatan que se detuvo la camioneta y el vehículo compacto de color rojo, incluso se ve al propio Facundo Rosas bajar de su unidad para acercarse a la mujer y conocer su estado.
Fue debido al fuerte impacto que tras golpearse en la cabeza la mujer, que se sabe era una enfermera que acababa de salir de trabajar, murió al instante en el lugar y los paramédicos nada pudieron hacer.
¿DE QUÉ SE LE ACUSA A FACUNDO ROSAS?
Tras ser presentado ante el ministerio público por el atropellamiento y muerte de una mujer, se presentaron agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) para cumplimentar una orden de aprensión federal en su contra, por lo que fue trasladado a un penal federal.
El también ex comisionado de la Policía Federal se encuentra bajo investigación de la FGR por su presunta responsabilidad en el caso Rápido y Furioso, una partícula de la estrategia llamada “Dejemos que las Armas Caminen”, en la que se planteaba que el gobierno de Estados Unidos debía permitir la salida de armas de alto calibre con destino a México.
La justificación era que serían rastreadas para saber qué cárteles mexicanos las usaban y en dónde, pero el operativo fracasó y a la mayoría de las armas se les perdió la pista, hasta que lo que se encontraron fueron cadáveres con lesiones provocadas por las mismas.