"No vamos a permitir que tu muerte quede impune, mamita te prometo que vamos a hacer justicia, te queremos y siempre vas a estar presente", fueron las palabras que una de las hijas de la abogada Edmunda Adela expresó al lanzar una rosa blanca sobre el ataúd y decirle adiós para siempre.
En su natal Orizaba, la abogada y madre de seis hijos fue sepultada acompañada de familiares y amigos.
Impotencia, coraje y dolor es lo que familiares y amigos expresaron en medio de un adiós bañado de sangre y tragedia por la muerte de la abogada orizabeña', quien fuera brutalmente golpeada en la comunidad poblana de San Nicolás Buenos Aires y falleciera horas después en un hospital víctima de las lesiones.
En un pequeño contingente que básicamente se reducía a familia cercana de la hoy occisa, se llevó a cabo la misa de cuerpo presente en la Iglesia de Los Dolores, con el luto por delante y la tristeza en los ojos, así fue como todos repitieron las oraciones pronunciadas por el sacerdote al alma de la madre, hermana, profesionista y amiga de muchos a quienes gracias a su profesión ayudó.
Al término de la ceremonia religiosa, el ataúd de madera fue transportado en la carroza que llegó hasta el panteón Juan De la Luz Enríquez precedida por al menos 50 personas que a pie y a bordo de automóviles acompañaron el sepelio.
El camino fue largo y la desesperanza flotaba en el ambiente, el automóvil blanco llegó al final del camino en donde los hijos, hermanos y compañeros de Edmunda "N" rodearon la tumba en la que iba a ser sepultado el féretro, poco a poco fue descendiendo con cuerdas, así como caían los ánimos y el llanto de sus hijos, que con un cruel adiós, expresaron su sentir por la partida de su familiar.
Cabe destacar que la litigante fue presuntamente confundida con secuestradores de un menor, en lo que se presume fue un linchamiento por pobladores enardecidos, sin investigación previa, sin señalamientos y sin justicia así es como los familiares hoy piden se investiguen y que no quede impune la muerte de la abogada.
El caso consternó a toda la población de la zona centro de Veracruz, llegando el reclamo de justicia hasta las grandes esferas de la abogacía en la capital del estado.