Este 31 de agosto tuvo lugar en El Salvador el controversial Festival Las Bolas de Fuego, una ardiente tradición que consiste en lanzar bolas de fuego entre los asistentes como parte de una celebración perteneciente a la comunidad de Nejapa.
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Si bien el origen no se encuentra bien establecido, esta edición fue la número 102 que los lugareños celebran por lo que ya se ha vuelto parte de las tradiciones que viven entre ellos y que seguirán permeando entre las generaciones.
¿Cómo es esta festividad?
Este peculiar festival es llevado a cabo cada 31 de agosto y consiste en que sus asistentes lancen bolas de fuego entre dos bandos previamente establecidos, esto con una connotación histórica y cultural que ayuda a unir a la población en una tradición que se mantiene vigente a través de los años.
Previamente son elaborados artefactos a base de tela de algodón amarrados con alambre para formar las bolas, luego se les baña con gasolina y cuando llega el momento son prendidas en fuego. Para la protección de los asistentes se solicita que porten ropa húmeda y guantes de lona para evitar cualquier tipo de quemaduras.
Antes de la batalla en fuego son llevadas a cabo diversas actividades como presentaciones artísticas que enmarcan la festividad, además algunos lugareños cocinan platillos típicos para compartir con los asistentes, usualmente esta tradición se extiende hasta la madrugada del 1 de septiembre.
Historia del festival Bolas de Fuego
De acuerdo con la enciclopedia EcuRed, para esta tradición se tiene dos probables versiones del origen, la primera lo sitúa en la lucha entre el patrono de la comunidad de Nejapa, San Jerónimo Doctor, y el Diablo, quienes, de acuerdo con los relatos de los lugareños, peleaban con bolas de fuego tal como lo hacen ahora los habitantes.
La segunda hace referencia a que es una celebración ya que en 1917, cuando hizo erupción el volcán de San Salvador no dañó a la población, por lo que año con año conmemoran el hecho de este fenómeno natural que no cobró vidas humanas ni dejó daños materiales en la comunidad de Nejapa.
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“La celebración recrea esta historia con personas que lanzan bolas de estopa encendidas, simbolizando la lucha entre el bien y el mal. Esta festividad, que mezcla lo religioso y lo folclórico, ha perdurado por más de 100 años, atrayendo a locales y turistas por igual, quienes asisten para presenciar el espectáculo y participar en la tradición”, mencionó el gobierno de El Salvador en sus redes sociales.