El papa Francisco aseguró que salió "contento" de sureciente visita a Chile y que no esperaba ver tanta genteen las calles, pese a los comentarios procedentes de algunossectores que la calificaron de fracaso.
Desde algunos sectores se calificó de fracaso la visita delpapa a Chile por la poca asistencia de gente a las ceremonias y lascontinuas protestas y detenciones que se produjeron en esosdías.
La visita estuvo marcada por el caso del obispo JuanBarros, acusado por algunas víctimas de encubrir alsacerdote Fernando Karadima, condenado porabusos sexuales, y que piden su destitución como obispo de Osorno,cargo que le otorgó Francisco en 2015.
En tierra mapuchechilena, el Papa Francisco se lanza contra la violencia Durantela rueda de prensa a bordo del avión papal que le lleva de regresotras su gira por Chile y Perú, Francisco fue preguntado sobre eseposible "fracaso", a lo que respondió: "Yo de Chile mevine contento" y agregó que la experiencia en ese paísfue "muy fuerte y gratificante".
"Yo no esperaba tanta gente en la calle", afirmó el pontífice,que bromeó diciendo: "Y no les pagamos la entrada".
Consideró que la "espontaneidad en Chile fue muy bonita y queincluso en Iquique, que no lo esperaba, fuemucha gente, al igual que Temuco y en Santiago".
"Las calles de Santiago hablaban por sí mismas", destacóFrancisco, que pidió a los periodistas "que fueran a los hechosconcretos" a la hora de informar.
Rechazó la idea de que ha dejado un Chiledividido aunque agregó que quizá el caso del obispoJuan Barros "podría ser la causa".