La presidencia de Perú encabezada por Pedro Castillo, sentenció los actos cometidos por Juan Antonio Enríquez García, acusado por agredir sexualmente a una niña, en la comunidad de Chiclayo. Señalaron que este crimen no se quedará impune, por eso esperan que se apliquen medidas drásticas.
Luego de que se diera conocer que una menor de tres años fue secuestrada, violada y torturada por un hombre de 48 años, las autoridades peruanas precisaron que están trabajando para que su caso no se quede sin resolver, por eso están planteando la posibilidad de implementar la castración química como castigo para los violadores.
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De acuerdo con un comunicado oficial de gobierno, este método consiste en la administración de medicamentos que disminuyen el lívido y deseo sexual, con la intención de reducir los niveles abusos, en especial de los que son víctimas los menores, pues son uno de los sectores más desprotegidos en estas situaciones.
CASTRACIÓN QUÍMICA EN PERÚ
El mandatario indicó que tras esta situación es necesario pensar acerca de como se manejan en el país estos casos, para que de esta forma se haga una agenda social que atienda estas demandas en pro del bienestar de las infancias.
"Lleva a una enorme reflexión como país para adoptar políticas públicas de Estado más severas que salvaguarden los derechos humanos de los más indefensos” explicó el líder del ejecutivo, para después añadir que la propuesta de la castración química será enviada para que los legisladores la revisen y en su defecto la aprueben.
“Exhortamos al Congreso de la República a respaldar medidas concretas en favor de los más vulnerables, porque no podemos seguir tolerando estos violentos hechos que dañan nuestra integridad como sociedad y destruyen la vida de indefensos”, agregó.
Es así, que mencionó que su administración se esforzará para que esto cambie: “Basta ya de tanta violencia, los crímenes de violencia sexual contra los niños y niñas no serán tolerados por este Gobierno, ni quedarán impunes. El dolor de esta familia también es el nuestro, me siento indignado ante tanta crueldad”.
EL CASO DEL MONSTRUO DE CHICLAYO
El pasado 12 de abril en Perú, un matrimonio reportó la desaparición de su hija de tres años, al día siguiente dieron con el paradero del secuestrador, un hombre de 48 años llamado Juan Antonio que llamó la atención de la menor para subirla a su vehículo y llevarla a su vivienda ubicada en la urbanización El Santuario de Chiclayo, en donde según las autoridades la ultrajó sexualmente de distintas formas.
El sujeto fue hallado luego de que varios testigos dijeran haber visto su unidad, cuando el aviso llegó con las autoridades, realizaron un operativo para detenerlo, al llegar a su casa, la niña se encontraba inconsciente con los brazos y piernas atados, al momento de la detención él confesó su crimen. La menor fue trasladada a un hospital, sitio en el que permanece bajo observación.
Momentos después de su arresto, se informó que le hombre recibirá la pena máxima, mientras tanto, sigue en prisión preventiva. Se busca que sus actos sean sentenciados justamente.
“Sin lugar a dudas, por los hechos, evidencias y flagrancias, no hay ninguna duda de lo que corresponde aquí es una cadena perpetua para este monstruo que ha atentado contra la integridad de un ser humano tan vulnerable y sensible como esta menor", comentó el ministro de Justicia, Félix Chero.