Al menos tres presos del grupo terrorista Estado Islámico (EI), nacionales de Canadá, Rusia y Libia, escaparon este sábado mientras eran trasladados de una cárcel de Al Raqa, ciudad en el norte de Siria que sirvió de capital para su autoproclamado 'califato', informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De acuerdo con la ONG, al menos cinco personas escaparon durante el traslado de la prisión de Al Matahin de Al Raqa a otro centro penitenciario, pero dos de ellos, con nacionalidad de Pakistán y Azerbaiyán, fueron capturados por la alianza liderada por kurdos Fuerzas de Siria Democrática (FSD).
Los otros tres, de nacionalidad canadiense, rusa y libia, lograron escapar del camión que los transportaba a otra cárcel y se encuentran en paradero desconocido.
Según el Observatorio, con sede en el Reino Unido pero con una amplia red de colaboradores sobre el terreno, las fuerzas de seguridad kurdosirias se han desplegado por la zona y han impuesto un cordón en las inmediaciones de la prisión para buscar a los fugitivos.
Al Raqa fue la capital de facto del Estado Islámico en Siria durante su autoproclamado 'califato' desde 2014 hasta la liberación de la ciudad en junio de 2017 y no suele ser objeto de operaciones por parte de la formación terrorista.
En contadas ocasiones han perpetrado acciones desde entonces, como el ataque contra un centro policial a finales de 2022 que causó seis bajas en las filas kurdosirias y provocó la respuesta de una gran campaña antiyihadista de esas fuerzas en colaboración con la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
También se han producido motines en varias de las cárceles hacinadas con miembros de la formación terrorista bajo el control de las FSD.
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El Estado Islámico fue derrotado territorialmente en el país en 2019, pero todavía mantiene células en activo principalmente en el vasto desierto de Badia, donde se aprovecha de la compleja orografía para lanzar emboscadas y replegarse sin apenas sufrir bajas.