“Ahora sí ya valiste ma…” fueron las últimas palabras que un vendedor de dulces escuchó antes de ser asesinado a balazos, frente a casi veinte pasajeros de una unidad de la línea SCTA, en la colonia Joaquín Colombres este fin de semana.
Se trata de quien fue identificado como Miguel N., de 30 años de edad, al cual también le decían Osmer, y quien hoy deja en la orfandad a un pequeño de cuatro años de edad, así como a una menor de seis.
Fue el sábado pasado, al filo de las 15:00 horas, cuando al 911 se alertó sobre una persona herida de bala, a bordo de la Unidad 60 de la línea SCTA (Sociedad Cooperativa Tecali de Autotransportes), cuyos pasajeros quedaron atónitos tras lo sucedido, pues no daban crédito a los hechos.
No obstante, ante el llamado de auxilio, paramédicos y policías tanto del municipio como del estado, acudieron a la zona, es decir, al Bulevar 18 de Noviembre y la calle Saúl Colombres de la mencionada colonia. Ahí, los Técnicos en Urgencias Médicas de SUMA, informaron que la víctima tenía cuatro lesiones por impacto de arma de fuego, dos en la zona de las costillas, una en el pecho y otra más en la cabeza, por lo que había dejado de respirar.
Ante lo dado a conocer por los Técnicos en Urgencias Médicas, los policías resguardaron el señalado autobús, en espera de los elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), quienes entrevistaron a quienes con terror y sin poder hacer nada para evitarlo, observaron el crimen.
En este sentido, algunos testigos comentaron que la Unidad 60 salió del municipio Ixcaquixtla, con destino a la Central de Autobuses de Puebla (Capu), sin embargo al llegar a la altura del entronque de Amalucan, Miguel pidió permiso al chofer para abordar el autobús y vender sus dulces. Instantes después, otro sujeto subió a la unidad, pagó su pasaje y una vez que el chofer avanzó alrededor de 60 metros, fue contra el hoy occiso para decirle: “Ahora sí ya valiste ma…”, y posteriormente, balearlo en cuatro ocasiones frente a casi dos decenas de pasajeros que vivieron momentos de terror.
Sin embargo, concretado su objetivo, el homicida pidió que lo bajaran: “Bájame, bájame aquí”, ordenó el asesino al chofer de la unidad, el cual incluso por un instante, creyó que lo iban a asaltar, pues en los 40 años que lleva como chofer, le ha tocado ser víctima de varios asaltos, pero jamás de un asesinato.
Aunque se desconoce la identidad del responsable de este crimen, existe información de que se trata de un sujeto alto, de tez morena y con un tatuaje de alacrán en la mano izquierda; el hecho, ya es investigado por la Fiscalía General del Estado, quien dio inicio a una carpeta para tratar de esclarecer lo sucedido.