Un interno que también fungía como uno de los encargados del centro de rehabilitación denominado “Ultima Oportunidad”, ubicado en el municipio de San Andrés Cholula, fue asesinado por otros internos, quienes junto a testigos huyeron tras el crimen registrado ayer por la mañana. Según vecinos, en el sitio eran maltratados los pacientes.
Minutos después de las 8 de la mañana, vecinos de la calle 2 Oriente se percataron que los internos de dicho centro de tratamiento contra adicciones, marcado con el número oficial 1007 en el barrio de Santiago Xicotenco, estaban escapando del lugar, por lo que no dudaron en llamar a las autoridades policíacas para que tomaran conocimiento de lo ocurrido.
Poco después llegaron patrullas policíacas y confirmaron el reporte; al realizar una revisión encontraron aún a cuatro internos, dos hombres y dos mujeres, quienes revelaron que momentos antes un grupo de unos 15 adictos que estaban internados, ataron de pies y manos al encargado del lugar para robarle las llaves y después escapar.
Los oficiales encontraron en una de las habitaciones a un joven, maniatado y amordazado, quien además tenía un lazo atado al cuello. De inmediato pidieron la presencia de una ambulancia y al llegar paramédicos de Cholula, confirmaron que la víctima no tenía signos vitales, pues además de diversos golpes, había sido ahorcado.
La zona fue acordonada y poco después se presentaron peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado para encargarse de las diligencias del levantamiento de cadáver.
En esos momentos llegó un hombre de 35 años de edad, identificado como Gilberto, en estado de ebriedad y quien sin motivo aparente pateó la puerta principal, por lo que policías municipales se lo llevaron detenido por alterar el orden público.
En esos momentos también se presentó una mujer de nombre Catalina, quien en pleno Día de la Madre, se enteró que la persona asesinada dentro del citado anexo era su hijo de nombre Abel, de 24 años de edad, quien un día antes le había dicho que estaba muy contento porque ya había presentado un importante avance en su recuperación por la adición de alcohol y drogas, y ya solo le faltaban dos semanas para abandonar el anexo.
La consternada mujer reveló en entrevista con este medio, que su hijo ingresó el 24 de febrero y terminaba su tratamiento el 24 de mayo; agregó que durante este tiempo se había ganado la confianza de los “asociados” del centro de rehabilitación, por lo que le habían encomendado las llaves del lugar.
Catalina pidió a la Fiscalía General del Estado que agilicen las investigaciones correspondientes para dar con el paradero del o los responsables, lo más pronto posible.
Fuentes policíacas y ministeriales revelaron a este medio que ya se tiene identificado a los presuntos responsables, quienes para arrebatarle las llaves y poder huir del anexo, asesinaron a golpes a Abel. Entre los presuntos homicidas ubican a un sujeto de nombre César, quien sería el autor intelectual y material, quien desde el sábado pasado estaría bebiendo dentro del sitio.
SUFRÍAN MALTRATOS, DICEN VECINOS
Al ser entrevistados vecinos del lugar, aseveraron que el lugar podría estar funcionando de manera irregular, además de que sabían les cobraban 8 mil pesos a los internos, sin contar sus alimentos, para lo cual los mandaban a pedir regalado a las tiendas y con los vecinos, pero aún así, solamente les daban frijoles.
Una de las entrevistadas mencionó: “seguido nos percatábamos que llegaban patrullas o ambulancias…, conocidos nos decían que en ocasiones los desnudaban, les embarraban picante en todo el cuerpo y les pegaban, incluso escuchábamos que les mentaban la madre…”.
CLAUSURAN EL INMUEBLE
Al final de las diligencias del levantamiento de cadáver se presentaron los propietarios del lugar (conformado en una asociación civil), quienes mostraron documentos del funcionamiento del lugar, mismo que opera desde el año 2016; sin embargo, por el homicidio ocurrido se quedó con los sellos de clausura, mientras se llevan a cabo las investigaciones correspondientes.
CINCO ANEXOS IMPLICADOS EN CRÍMENES
Cinco personas relacionadas con centros de rehabilitación terminaron sin vida prácticamente en un mes en el estado de Puebla.
El primer caso se registró el pasado 8 de abril en la colonia Lomas de San Miguel, donde Alan N, de 21 años de edad, quien se internó por voluntad propia en el centro de rehabilitación La Piedad, perdió la vida tras presuntamente ser vapuleado al interior del anexo; familiares señalaron que personal de La Piedad le llamó para decirles que recogieran a Alan, debido a que se sentía mal.
A su arribo encontraron en muy mal estado al joven, por lo que de inmediato lo trasladaron a un hospital, donde casi al borde de la muerte logró decir a su hermana que lo habían golpeado en el centro de rehabilitación en el que estaba internado. Alan falleció poco después de haber ingresado al Hospital General del Norte.
Patricia, la madre de Alan, realizó una manifestación afuera de la Fiscalía General del Estado (FGE) en compañía de alrededor de 30 personas para exigir justicia por el crimen de su hijo.
Transcurridos siete días del deceso de Alan, un hombre identificado como Fernando N, de 42 años de edad, también murió en un centro de rehabilitación, según acusaron sus propios familiares luego de una golpiza infligida al interior de “Puerta a la Vida”, ubicado en la 32 Poniente casi esquina con 7 Sur en la colonia Santa María.
- Echa un vistazo a esta historia: De víctima a castigadora del delito, ella es la juez Miriam
El 28 de abril, una mujer fue hallada sin vida con golpes en el rostro en inmediaciones de la junta auxiliar Ignacio Romero Vargas; unos días después se supo que la víctima respondía en vida al nombre de Karla N, y que habría estado internada en un centro contra las adicciones “Ayuda Mutua Guerreros en Cristo”; autoridades investigan si fue golpeada dentro del anexo y también indagan a su pareja sentimental.
Para el 5 de mayo, un centro de rehabilitación fue rafagueado por sujetos desconocidos sobre la carretera estatal Tehuacán-Teotitlán, en el que dos personas resultaron heridas de bala y una más falleció. Autoridades iniciaron las pesquisas de ley para dar con el paradero de los responsables.
Finalmente, ayer otro joven fue ultimado por sus compañeros que terminaron ahorcándolo para quitarle las llaves del sitio y escapar.
Es así como en prácticamente un mes, cinco internos de diferentes centros de rehabilitación encontraron la muerte intentando recuperarse de sus problemas de adicción.
(Con información de Bruno Flores)