Mientras el estado de salud de Gerónimo empeora al interior del Hospital General del Norte, la familia del hombre al que le “tronaron” el cuello en los baños de vapor Villa Frontera, teme que las investigaciones no avancen; además de que tras la clausura del lugar, han recibido mensajes y llamadas de advertencia para que no continúen con la denuncia ya interpuesta ante la Fiscalía General del Estado.
En entrevista para El Sol de Puebla, familiares del afectado de 43 años, revelaron que el estado de salud de Gerónimo ha empeorado, pues además de las parálisis, ahora se encuentra conectado a un tanque de oxígeno debido a que no puede respirar por sí solo.
Lo anterior les ha generado angustia pues no tienen un panorama alentador y por ahora se encuentran enfocados en los trámites de la denuncia que se interpuso ante el agente del Ministerio Público y en cuidar a su familiar, lo cual les está representando muchos gastos, así como desgaste físico, mental y emocional.
“En lugar de mejorar ha empeorado un poco, ahora debe estar con oxígeno porque no puede hacerlo por sí solo, esto ya es un daño irreversible, ya nos lo comentó el doctor y pues es una situación por la que nunca habíamos pasado; ahorita son gastos de medicamentos porque algunos no los tienen aquí en el hospital, traslados, comidas y todo eso”, explicó la persona entrevistada.
Por si fuera poco, para los seres queridos de Gerónimo, estos ahora también tienen que lidiar con mensajes y llamadas intimidatorias e incluso a manera de amenaza para que desistan del proceso legal que iniciaron en contra de los baños de vapor, donde el hombre de 43 años de edad fue “tronado” del cuello por un bañero aparentemente nuevo y sin experiencia.
“Sinceramente desconocemos el motivo de la clausura de los baños, no nos han dicho nada; en Fiscalía solo nos comentaron que ya estaban empezando a investigar, pero solo eso y nadie de los baños se ha acercado a nosotros, lo que sí es que hemos recibido mensajes y llamadas en las que nos dicen que los dueños de los baños tienen mucho dinero, que tienen muchos baños y que hace tiempo una señora también los demandó por daño en la cadera, pero que debido a su estatus y poder de los dueños de los baños, la denuncia no procedió”, narró un familiar del estilista.
Ante esta situación, temen que de verdad los dueños de los baños tengan poder económico para “comprar” a las autoridades y puedan detener el proceso legal que se inició en su contra, por lo que siguen pidiendo justicia y el apoyo de las autoridades correspondientes.
En la primera atención médica le recetaron un desinflamatorio
Como en días pasados El Sol de Puebla lo dio a conocer, Susana N, sobrina del agraviado contó que su tío Gerónimo, de ocupación estilista y padre de dos menores que dependen de él, acudió el 23 de noviembre a los baños de vapor de Villa Frontera en la calle 5 Norte esquina con avenida Mexicali, cerca de la autopista México- Puebla.
En el lugar pidió un masaje relajante y que lo “tronaran” del cuello, pero de inmediato empezó a sentirse mal, se desvaneció y perdió el conocimiento.
Según la entrevistada, los encargados del lugar trataron de ayudarlo, pero al ver que no reaccionaban llamaron a una ambulancia; los paramédicos contactaron a la madre de Gerónimo para avisarle que irían al Hospital General del Sur, pero ahí no lo quisieron recibir.
Fue así como lo llevaron al Hospital de Traumatología y Ortopedia del sector Salud, donde le hicieron estudios y le dijeron que solo tenía inflamado el cuello, por lo que lo dieron de alta a las 20:00 horas del mismo 23 de noviembre, recetándole solo algunos medicamentos para desinflamar, entre ellos paracetamol.
Sin embargo, al caer la madrugada, las cosas empeoraron para Gerónimo ya que su cuerpo comenzó a paralizarse, ante lo cual tuvo que ser llevado de emergencia a un hospital.
“Cuando llegamos a la casa mi tío ni su saliva podía pasar; en la noche se le empezó a dormir el cuerpo y ayer (jueves 24 de noviembre), lo llevamos a urgencias a un hospital para ver si le podían poner un suero, pero no quisieron, por lo que llegamos al Hospital General del Norte donde nos regañaron, nos dijeron que cómo había sido posible que nos hubieran dado de alta a mi tío cuando estaba muy grave”, relató la entrevistada.
Fue así como su tío acabó con parálisis y sin poder seguir siendo el sostén de su madre y sus dos hijas menores de edad, una de ellas de 15 años la cual tiene déficit mental.