A unos días de festejar su cumpleaños número 32, ÁngelGonzález González, el sobreviviente del choque múltipleregistrado el pasado 26 de abril en el kilómetro 123 de laautopista México-Puebla, pudo reencontrarse con su “ángelguardián” quien por un instante creyó que sólo había sidoproducto de su imaginación; sin embargo, el originario de Veracruzcomprobó que el rescatista que le salvó la vida, sí existe.
Emocionado, con una sonrisa en el rostro y palabras deagradecimiento, González González abrazó y estrechó la mano delsocorrista de Protección Civil Municipal de Puebla, quien juntocon otros elementos de dicha corporación, lo ayudó a salir deentre los fierros retorcidos de su unidad.
Apenas 24 horas después de que el rescatista urbano viera unreportaje sobre el encuentro de un socorrista y una víctimasalvada de una explosión en Alemania, 25 años después de latragedia, él tuvo la oportunidad de experimentar lo que se sienteel ser buscado por un sobreviviente y recibir su totalagradecimiento por el trabajo que a diario realiza.
El martes pasado, a petición de Ángel, quien curiosamente hoycumple 32 años de edad, El Sol de Puebla hizo posible su deseo deagradecerle en persona a ese socorrista que el día del accidentelo único que le pidió fue que confiara en él y en Dios.
En medio del nerviosismo y la curiosidad de conocer elrostro de quien lo ayudó a salvar la existencia, Ángel,acompañando de su hija de ocho años y de su esposa con sietemeses de embarazo, esperó afuera de las nuevas instalaciones deProtección Civil Municipal para estrechar la mano de EliezerRoldán, rescatista que hace poco fue nombrado jefe deldepartamento de auxilio de dicha corporación.
Cuando menos lo esperaba el sobreviviente, “Elio” como susamigos lo llaman, salió para reencontrarse con una de las tantaspersonas a las que ha ayudado a salir de las garras de lamuerte.
[videomp4="https://cdn.oem.com.mx/elsoldepuebla/2017/05/paramedico_2.mp4"][/video]
Con sonrisa de oreja a oreja y el sentimiento a flor de piel,González González abrazó al rescatista y con gran emotividad ledijo: “gracias por salvarme”, ante esto, también su esposa ehija agradecieron y aplaudieron la acción del socorrista con 15años de experiencia, desde los 17 años de edad inició comovoluntario en Cruz Roja delegación Atlixco para luego seguirpreparándose hasta llegar a Protección Civil Municipal dePuebla.
Sorprendido ante el agradecimiento, Eliezer contó a Ángel y asu familia que cuando llegó y vio el accidente, él creyó que yahabía muerto y que fue un verdadero milagro el que saliera convida. “Yo cuando vi el accidentepensé que habías fallecido o que habías perdido la pierna. Eldoctor Héctor Sánchez de SUMA me dijo: ‘sabes qué, tieneprensadas las piernas, no puede salir, probablemente ya hayaperdido una’, entonces al empezar a manipular y ver que no tequejabas, sí creí que habías perdido la pierna porque eso pasa,se pierde la sensibilidad”, relató elsocorrista. Además, explicó que si el hombrehubiera estado prensado del abdomen y ellos o alguien más lohubiese liberado rápido, lo único que le pudieron provocar era unparo cardiaco por un efecto del síndrome compartimental que es unaumento de la presión en un compartimento muscular que puededañar nervios y músculos, además de causar problemas con elflujo sanguíneo.
Conmovido ante el reencuentro, Eliezer mostró el video que undía antes lo hizo sentir escalofríos y preguntarse cómo seríaque alguien después de tanto tiempo lo buscara y agradeciera porsalvarle la vida. Atento, Ángel y su familia observaron a detalleel video.
Sin embargo, el rostro de la hija del sobreviviente cambióentre asombro, terror y la vez a alivio, luego que el rescatistales enseñara las fotos de cómo llegaron a encontrarlo.
“Mira así te encontramos, volviste a nacer, tuvisteuna nueva oportunidad”, pronunció Elio de 37 años, al cualnuevamente le agradecieron por su trabajo y el de suscompañeros.
Con la satisfacción de haber cumplido uno de sus deseos,González, González se despidió de su “héroe” de carne yhueso, el cual dijo a este medio que “siempre es muy padre que tereconozcan”, pues consideró que son pocas o mínimas las vecesque llegan a suceder.
“Haces el trabajo y nunca vuelves a ver a las personas, esrarísimo quién te busca o reconoce, aunque no solamente lo hiceyo, sino también todo el gran equipo que estamos formandoProtección Civil Municipal y paramédicos de SUMA, es bonito, nohay palabras para poder describir este sentimiento; me hubieragustado que el agradecimiento también se lo dieran al restos dequienes fueron ese día al accidente pero por cuestiones dehorarios ya no se pudo”, comentó el rescatista quien subrayóque ellos también a diario y en muchos servicios tambiénarriesgan la vida.
