Por supuestas inconsistencias en el proceso que llevó a la sentencia condenatoria de Íker N, hallado culpable en el feminicidio de Ingrid Aremis, la joven veracruzana y estudiante de la BUAP encontrada muerta en mayo de 2019 en el interior del departamento de una amiga en San Andrés Cholula, la defensa del acusado interpuso un recurso de apelación, con el que busca revertir la decisión del Tribunal de Enjuiciamiento.
Fuentes cercanas al caso dieron a conocer que el recurso legal ya fue interpuesto desde el pasado miércoles y se estima que en aproximadamente tres meses haya una resolución sobre el mismo.
En tanto, material videográfico hecho llegar a este medio, revela que durante la última audiencia de la etapa del juicio oral para determinar la o no responsabilidad de Íker N, el juez del caso admitió la falta de investigación por parte de la Fiscalía de Puebla en el asunto.
“Desde luego considero que la Fiscalía debía investigar con mayor exhaustividad, es un hecho innegable”, expresó la fuente consultada.
Además, el togado afirmó que durante el proceso no se incorporaron los videos que pusieran de manifiesto las personas que pudieron haber ingresado a partir de las 12 horas en adelante, el día de la comisión del delito.
También señaló que hubo algunos titubeos por parte de los testigos al momento de hacer uso de la palabra en el juicio.
No obstante, el juez argumentó que con los datos que aportó la Fiscalía de Puebla, desde su óptica, fueron suficientes para poder establecer la existencia del hecho, es decir el asesinato de la joven, y la responsabilidad de Ricardo Íker.
Ante las admisiones y observaciones que realizó el jurista que de igual modo impuso 60 años de cárcel al sentenciado, la defensa jurídica de Ricardo Íker busca obtener un cambio en la determinación jurídica y exponer la presunta inocencia de su cliente.
Iker peleó de manera previa con Ingrid
Con base a toda la información que las autoridades expusieron en una de las audiencias del caso y en la que este medio estuvo presente, fue en agosto de 2016, cuando Ingrid Aremis migró de su natal Veracruz hacia la capital poblana, donde comenzó a estudiar la universidad, motivo por el que incluso vivía en un domicilio de la junta auxiliar de San Baltazar Campeche.
Al comenzar a trabajar como relacionista pública los fines de semana, Ingrid se quedaba con su amiga Giovanna, a quien conoció en Veracruz, pero la cual también residía en Puebla, específicamente en el fraccionamiento Allegros, ubicado en el barrio Santiago Xicotenco en el municipio de San Andrés Cholula, lugar donde Ingrid fue asesinada.
De acuerdo con las entrevistas que la representación social le practicó a familiares y amigos de la víctima, en agosto de 2018, la joven veracruzana conoció a Ricardo Iker en el bar Capital Night Club, ubicado en San Andrés Cholula, donde él trabajaba como cadenero mientras ella se desempañaba como “relacionista pública”, situación por la que incluso debía visitar muchos bares.
A lo largo de seis meses, la joven y el hoy detenido sostuvieron una relación sentimental; en enero de 2019, Ricardo Iker abandonó su trabajo para irse a Europa no sin antes sostener una discusión con la hoy occisa, quien incluso decidió bloquearlo de todas sus redes sociales, así como del teléfono celular, situación que llevó al hombre de entonces 35 años, a enviarle un mensaje a través de una amiga de Ingrid, es decir, por medio de Giovanna.
En dicho mensaje, Ricardo Iker le pedía a Giovanna que le dijera a Ingrid, que cómo quería arreglar las cosas, pues él ya estaba por regresar.
Ante tal situación, en marzo de 2019, Ingrid Aremis decidió acudir a la Unidad Especializada en la Atención a Víctimas de lo Familiar y Delitos de Género, donde fue radicado el oficio 397/2019, mismo en el que la universitaria aseguró ser pareja de Ricardo Iker y sufrir violencia por parte de este, ya que incluso al momento de terminar la relación, este hombre comenzó a amenazarla con entregar las fotografías que tenía de ella, a su actual novio, a quien le engañaría y le diría que ella estaba con los dos al mismo tiempo.
Sin embargo, la denuncia quedó ahí ya que ambas partes, Iker e Ingrid, llegaron a un acuerdo de sana convivencia, no obstante, lo peor estaba por venir.
La noche del 11 de mayo de 2019, Ingrid, Giovanna y otros amigos decidieron acudir al restaurante El Costeñito, lugar al que minutos más tarde arribó Ricardo Iker, también para convivir.
Después de permanecer unas horas en el sitio, ya por la madrugada del 12 de mayo, todos optaron por trasladarse al antro Capital Night Club de San Andrés Cholula, donde de acuerdo con la información vertida en audiencia, Ricardo Iker e Ingrid protagonizaron una discusión, misma por la que el guardia de seguridad sacó al hoy imputado, sin que se supiera más de él; en tanto, Giovanna y otros amigos llevaron a Ingrid hasta el fraccionamiento Allegros, donde la hoy occisa solía a quedarse a dormir los fines de semana con Giovanna y otra joven de nombre Mariana.
Mientras Giovanna se retiró del fraccionamiento junto con el grupo de amigos, Ingrid, cerca de las 6:20 horas, entró al fraccionamiento, donde vio a Ricardo Iker recargado sobre el auto de su amiga Giovanna, sin embargo, al hacer frío, Ingrid decidió meter a su exnovio al departamento y dejarlo dormir en una de las habitaciones.
En ese momento, según las investigaciones ministeriales, el hoy detenido forcejeó con la joven veracruzana a quien golpeó en múltiples ocasiones causándole 26 moretones en boca, mentón, brazo y piernas, para después asfixiarla hasta terminar con su vida y dejarla abandonada en el sillón del departamento, donde más tarde fue encontrada por su amiga Mariana, quien regresaba de la Ciudad de México.
Por su parte, durante las diligencias, también se descubrió que Ingrid todavía le envió un mensaje de texto a su madre, quien previamente le había avisado sobre el depósito que su padre ya le había hecho, a lo que la joven universitaria contestó: “Gracias Mami”, siendo esta la última vez que la víctima tuvo comunicación con su madre.
Finalmente, el 2 de junio de 2019, alrededor de las 14:00 horas, Ricardo Iker decidió entregarse a las autoridades en el hotel Aristos de la avenida Reforma y calle 7 Sur en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, según consta en documentos oficiales que fueron compartidos a El Sol de Puebla.
Tras su detención, el hombre fue llevado a la sala 3 de la Casa de Justicia de San Andrés Cholula, donde el agente del Ministerio Público explicó las razones de la detención de Ricardo Iker, así como diversos datos de prueba. El acusado fue vinculado a proceso y enviado a prisión.
Después de que fuera encontrado culpable, el 12 de diciembre de 2023 se le dictó una sentencia de 60 años de prisión.