Ocho inmuebles cateados y asegurados es el saldo preliminar de las diligencias realizadas durante la mañana y tarde de ayer en diversos puntos de la colonia Minerales de Guadalupe Sur, tras el asesinato del comandante de la policía municipal, Jesús Humberto N, cuyo cuerpo fue sepultado la tarde del pasado jueves en el panteón Jardín, donde familiares y amigos le dieron el último adiós.
En seguimiento a este caso, ayer, más de cien de elementos de la Fiscalía General del Estado, así como de la policía municipal, Guardia Nacional y Ejército Mexicano llegaron a dicha colonia en la búsqueda de mayores indicios que aportar a la carpeta de investigación iniciada en contra de 26 personas que habrían participado en el ataque a policías municipales de Puebla el pasado 26 de noviembre, lo que alertó a vecinos y locatarios de la zona.
Tanto la presencia como las labores de los uniformados se desplazaron por diversas calles de Minerales de Guadalupe Sur, incluso agentes viales montaron un filtro de seguridad sobre la Prolongación 3 Sur, frente a la tienda Gran Bodega. Lo anterior, con el fin de detectar algún vehículo sospechoso y evitar alguna agresión contra los elementos que realizaban las diligencias en la zona, por lo que las revisiones se aplicaron tanto a automóviles como a motocicletas.
A su vez, las inspecciones encabezadas por la Fiscalía de Puebla se enfocaron en dos calles, tratándose de Oro y la privada Cromo, donde las autoridades catearon y aseguraron un predio enrejado, un negocio de comida y seis viviendas, algunas de ellas presuntamente utilizadas para el consumo y distribución de droga, ya que incluso se supo sobre el hallazgo de varias jeringas usadas.
Por tal motivo, agentes ministeriales colocaron diversos sellos de la dependencia para la que laboran, en los inmuebles asegurados. Pese a lo anterior, no hubo más personas detenidas.
Es de recordar que todo derivó de los hechos ocurridos la tarde del pasado martes, cuando policías del municipio que revisaban una camioneta con sujetos sospechosos a bordo, fueron atacados a balazos, luego de que no accedieran al soborno ofrecido por los presuntos delincuentes.
Incluso los bandidos le dispararon en la cabeza al comandante Jesús Humberto N, el cual pereció de forma casi inmediata, no obstante, otros elementos lograron pedir refuerzos.
Fue entonces que una centena de policías municipales, estatales, ministeriales, Guardia Nacional y Ejército Mexicano arribaron a la zona, donde locatarios cerraron sus negocios mientras que estudiantes y profesores de una escuela tuvieron que resguardarse en la misma institución hasta que todo pasara.
Calles cerradas y acordonadas despertaron miedo entre los vecinos y automovilistas que circulaban por el lugar. De forma casi inmediata, policías de distintas corporaciones aseguraron a un total de 26 personas, dos de ellas heridas, mientras que otra más acabó lesionada al aventarse desde una ventada del edificio del C5, donde esperaba declarar por los hechos que se les imputa.
A tres días de lo ocurrido, las diligencias continúan a fin de hacerle justicia al comandante caído y desarticular una aparente peligrosa célula delictiva.