Hace un año, un conductor de taxi ejecutivo fue asesinado por un cliente frecuente en San José Aparicio en la ciudad de Puebla. Esta práctica de los delincuentes de hacerse pasar como pasajeros, es algo que sigue ocurriendo en la ciudad, y por ello, algunos trabajadores del gremio han adoptado diversas medidas preventivas.
Tal es el caso de Moisés N, conductor de un taxi convencional que hace tres años estuvo a punto a ser secuestrado por una pasajera; aunque se libró de aquella amarga experiencia, le costó meses superarlo. Por lo anterior, incluso no solo tuvo que modificar su horario sino también su zona de trabajo, y en la medida de lo posible, seleccionar a sus clientes.
En entrevista para El Sol de Puebla, Moisés de 43 años de edad y 17 frente al volante, cuenta que la vez que lo trataron de secuestrar, lo que hizo fue intentar chocar contra otro vehículo, cuyo operador se dio cuenta y en ese instante volanteó, pero, además, lo ayudó a parar el tráfico para intentar acorralar a la delincuente.
“Aquella vez fue una chica como de 23 años, en el tope del infonavit La Margarita me hizo la parada, pero de forma insistente, eran como las 2 de la tarde, pensé que se la había hecho tarde para ir a traer a sus hijos, como luego ocurre, pero subió, me encañonó y con groserías me dijo que era un secuestro, le entregué las llaves y le dije que ahí estaba mi coche, pero respondió que no, que no quería el auto, que iba por mis órganos”, narra el trabajador del volante.
Atemorizado, pero con el único pensamiento de salvarse, el taxista aceleró para después encontrarse de frente con un camión e intentar chocar con él, sin embargo, el conductor logró frenar, paró el tráfico, otros automovilistas se detuvieron y auxiliaron al agraviado.
Después de ver lo anterior, la mujer logró bajar y escapar de la zona. Luego de varios meses, Moisés superó el trauma, no obstante, prefirió afiliarse a una central de taxis para solo ir por viajes programados y no recoger pasaje en la calle.
Aun así, cuando alguien se ve sospechoso y observa la presencia de una patrulla, trata de acercarse a las unidades policiales y de una u otra forma, pide una revisión simulada a la unidad, con tal de detectar si su pasaje tiene o no, otras intenciones.
De igual forma, prefiere ya no salir tan noche o de madrugada y no acudir a zona rojas, en su mayoría, al sur de Puebla, confiesa el entrevistado.
CLIENTE FUE SU VERDUGO
Pese a tomar las debidas precauciones, Moisés hace un llamado a las autoridades para que monten más operativos o retenes de revisión a unidades de taxi, en colonias o puntos conflictivos, precisamente, para detectar a algún delincuente y evitar asaltos o hasta homicidios.
Precisamente, hace un año, el 2 de mayo al filo de las 6 horas, Jesús Ángel N, de 19 años de edad, salió de su domicilio para atender un servicio de DiDi que le fue solicitado por un cliente frecuente, tratándose de un supuesto amigo que se dedicaba a la venta de micheladas y el cual aquel día le pidió que lo llevara a dejar a su novia.
Tras ese viaje no se supo más del joven, hasta las 20 horas que le envío su ubicación a su madre, quien al ver que su hijo no llegaba, habría decidido acudir a la dirección que le marcaba el GPS. Es así como la mujer descubrió el automóvil Renault color guinda que su hijo manejaba, por lo que inmediatamente solicitó la intervención de la policía municipal.
Una vez que los uniformados tuvieron conocimiento de los hechos y descubrieron el cuerpo sin vida al interior de la unidad en San José Aparicio, procedieron al arresto de Adriana N, y Carlos N, de 18 y 19 años de edad, respectivamente.
