El bebé Líam Caleb no fue secuestrado, murió tras caer alrío por un descuido de sus propios familiares, así lo dio aconocer la Fiscalía General del Estado (FGE) horas después que elAyuntamiento de Zacatlán confirmara que el cadáver hallado en uncauce de la comunidad de Hueyapan correspondía al del menor.
Se informó que el niño era buscado desde el pasado domingo,pues de acuerdo a testigos -cuya identidad se desconoce- habíasido raptado por sujetos a bordo de una motocicleta.
Al respecto, la FGE descartó dicha hipótesis, y en su lugar,dio a conocer que el menor cayó al río en un descuido de losfamiliares quienes se encontraban cuidándolo; trascendió que almomento de su desaparición era vigilado por su abuela.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Ciudadana deZacatlán confirmó que el hallazgo del cadáver de un infante dedos años de edad se trata de Líam Caleb, e informó que el cuerpodel pequeño ya fue entregado sus padres después del dictamenmédico forense correspondiente.
El miércoles pasado, el padre había solicitado la presencialos medios de comunicación, a las afueras del Centro integral deservicios de Zacatlán, en la que hablaría del caso y aclararíaalgunas versiones difundidas por medios de información de lacapital poblana, en el sentido de que la desaparición del menor sedebía a conflictos familiares. Aunque dijo que se encontraba enlas cercanías de esa sede de gobierno, el padre del menor no seapareció y no contestó las llamadas a su número telefónicocelular. Ya no se supo más de él.
Tras la confirmación de la identidad del menor, varias cuentasde Facebook publicaron referencias de cuentas bancarias para poderapoyar a los familiares del menor, toda vez que son de escasosrecursos económicos y no tenía lo necesario para hacer frente alos gastos funerarios, sin que se haya podido confirmar laautenticidad de esta causa.
