La falta de limpieza en un baño instalado al interior de un autobús de pasajeros de la línea ADO, hace casi 26 años, desató un hecho violento en la autopista México- Puebla, a la altura del municipio de Santa Rita Tlahuapan. Sujetos con ametralladoras perpetraron un robo que quedó marcado en sus víctimas.
Dos semanas previas a los festejos decembrinos, pasajeros que se dirigían de la Ciudad de México a Veracruz, jamás creyeron que serían despojados de sus pertenencias y varios objetos de valor.
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Era el 13 de diciembre de 1998, cuando un grupo de personas abordó el autobús con número económico 1134 de la línea Autobuses de Oriente.
Luego de colocarse en sus respectivos asientos se dirigieron con destino a Veracruz.
Todo marchaba con normalidad hasta que de pronto, un olor a cañería invadió el autobús y generó molestia en los pasajeros.
Ante la protesta de los usuarios, Dionicio Ramírez Díaz, chofer de la unidad decidió detenerse en el kilómetro 69 de la autopista México- Puebla ya que al parecer el baño ubicado al interior del autobús no fue lavado, por lo que la caja de residuos estaba llena y cuyo olor se había difundido dentro del vehículo.
Al descender con el propósito de revisar la situación, para el chofer y las personas que viajaban en el ADO comenzó una de sus peores pesadillas.
Tres sujetos que empuñaban ametralladoras los sorprendieron. Firmes en su propósito de hacerse de un cuantioso botín, los ladrones subieron al autobús para después someter a sus víctimas, según narran las páginas de El Sol de Puebla de aquellos años.
El miedo y el pánico se apoderaron rápidamente de los usuarios, ya que los delincuentes les exigieron sus pertenencias de valor.
Mientras los ladrones perpetraban el delito, ordenaron al chofer que pusiera en marcha el camión con dirección a la Ciudad de México y luego escaparon.
Después de los hechos y de no poder encontrar ayuda inmediata en la zona, el conductor optó por manejar hacia la Angelópolis para pedir auxilio.
Algunas de las víctimas identificadas en esa época como Guillermo Agüero García, Teyna Mendoza Zamudio, Leticia Romero Hernández, Miguel Ángel Peña Márquez, Feliciano Sosa Cabrera, Inocencia Reyes Andrade Fabián, Claudia Alejandra Ferrer, Dagoberto Hernández Contreras, Luis Manuel Llerande Rojas, Juana Aduino Rojas, Juan Antonio Bermudez Villegas, Roberto Sandoval Godínez y Dionicio Ramírez Díaz se dispusieron a contar lo sucedido ante las autoridades.
“El chofer tomó un retorno cercano, dio vuelta y se dirigió a la Angelópolis a denunciar los hechos, pidiendo que se iniciara una investigación judicial y se castigara a quien resultara responsable”, se lee en una parte de la nota del caso.
Una vez ante el agente del Ministerio Público los afectados contaron lo ocurrido, por lo que la autoridad correspondiente dio inicio a la carpeta de investigación por el delito de robo.
“Acudieron a la segunda delegación del Ministerio Público para levantar la denuncia por el delito de asalto y robo en contra de quien resultara responsable, quedando asentada su versión de los hechos bajo la averiguación previa número 6319/98/2a”, se resalta en la información documentada hace casi tres décadas.
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Es así como el caso quedó en el registro de los eventos en materia policial que el 13 de diciembre de 1998 ocuparon un espacio en la portada del periódico El Sol de Puebla.