La tarde de este viernes 12 de julio, José Nicolás Juan Ramos Pérez, de 54 años de edad fue acusado de abuso sexual por tocar en el hombro a una menor en una tienda. Cuando la niña le notificó el hecho a su madre, junto con varias personas lo golpearon y lo trasladaron al Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C5).

Sin embargo, la familia de este hombre argumenta que no hubo tocamientos de índole sexual y que el hombre sufre de problemas mentales. En suma, informaron que los padres de la menor, tienen influencias en el C5, pues al llegar, todos los saludaron y en poco tiempo, fue acusado por el delito y anunciaron que será ingresado al penal de San Miguel.

Sus allegados piden que se realice una investigación exhaustiva y sin interferencias por parte del otro lado de la historia. Creen que hay una gran posibilidad de que no se lleven a cabo las pruebas necesarias y que en la cárcel sufra maltratos que podrían resultar en su muerte.

Mi tío tiene un retraso mental y perdimos todos los documentos que refieren esta información, es decir, que no sabemos cómo comprobar que es como un niño dentro de su cabeza. Mi tío estaba en una tienda y había una niña con su mamá y a la menor le tocó el hombro. Tiene ese mañana para pedir permiso, para decir buenos días, para sólo saludar y yo creo que se identificó porque así saluda a mis hijas, comentó su sobrina, Beatriz Gamboa Ramos.

Debido a que la niña se asustó, alertó a la madre y con ayuda de más personas golpearon al señor, quien no habló y no dijo que había sido una confusión, ya que no habla tan fluido, pero otro problema se sumó y es que no hay testigos, ni siquiera el encargado de la tienda vio lo sucedido.

Beatriz acudió a la tienda en donde sucedieron los hechos y el encargado dijo que no vio nada, sólo se percató cuando varias personas lo estaban golpeando y uno de los presentes expresó: “ahora si vas a valer hijo de tu puta madre, no sabes ni con quién te metiste”. El hombre no se opuso y fue golpeado por varios minutos.

El hombre fue trasladado al C5 en donde su familia se percató que la madre de la menor y ahora también el padre, son muy conocidos en ese lugar. Desconocen si son trabajadores de la Secretaría de Seguridad Pública o de la Fiscalía general del Estado de Puebla (FGE).

“Le chocaban el puño al papá de la niña y le decían: ya sabes, cualquier cosa que necesites hazme una llamada y aquí estamos, para servirte. Todos sin exclusión de nadie le ofrecieron su ayuda. Es una injusticia porque ahorita ya mostraron un papel en donde nos dicen que lo están acusando de abuso sexual, pero no fue así, sólo le tocó el hombro y él no se sabe defender”, compartió.

La sobrina está consciente de que ni una menor se debe de tocar, ni siquiera como un gesto amable, pero pide a las autoridades que antes de juzgarlo y enviarlo al Centro de Reinserción Social (CERESO) de San Miguel, como ya les advirtieron, que le hagan las pruebas pertinentes para que determinen que tiene retraso mental y que indaguen más, busquen si hay grabaciones o si hay testigos, para confirmar que no hubo acciones de índole sexual.

Él se expresa tocando a las personas por su mismo retraso. Toca el hombro para muchas cosas, hasta pudo tocarla para pedirle que le diera permiso, pero como yo no estuve ahí, no sabemos que ocurrió. Yo tengo hijas de la misma edad y nunca ha pasado un hecho de este tipo, a mí misma me educó, me cuidó desde muy niña y jamás hizo tocamientos indebidos, agregó.

La familia sólo quiere que se haga una investigación a fondo y que no existan influyentísimos por la parte contraria. Temen que, por las influencias de los padres y su enojo, no se hagan las pruebas pertinentes, lo envíen al CERESO de San Miguel sin indagatorias previas y ahí, lo golpeen hasta la muerte.