A su corta edad, Alisson Ibarra Meza de 29 años ya se enfrenta a múltiples escenas criminales e incluso, confiesa, cada día más cruentas que ya no solo involucra a adultos sino también a menores de edad. Su interés por coadyuvar al pronto esclarecimiento de los hechos, actualmente dentro de la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) la llevó a estudiar criminalística y criminología, dos ciencias distintas pero que se complementan entre sí.
En el marco del Día Internacional del Criminalista, Alisson recordó la importancia de su labor la cual consiste en inspeccionar un lugar, recolectar, embalar y etiquetar diversos indicios que después son llevados al laboratorio. La finalidad es establecer la mecánica o el cómo se produjo el delito.
A su vez, explicó, la criminología está enfocada en la prevención, estudiar el comportamiento, entorno social, antecedentes y la mente del criminal, es decir el por qué una persona cometió los hechos, si hubo algo en la infancia, etcétera.
"Esta carrera la escogí porque siento que es demasiado importante todo lo que se recaba en el lugar de los hechos, recibimos una notificación, arribamos a la escena del crimen y a través una inspección ocular determinamos la técnica adecuada de la búsqueda de los indicios, recolectamos, embalamos, etiquetamos indicios y los mandamos al laboratorio. Nuestra función principal es auxiliar al Ministerio Público a través de periciales y recolección de los indicios necesarios para ayudar al pronto esclarecimiento de los hechos e impartir justicia", explicó la joven.
Ibarra Meza, perito en criminalística, tiene dos años formando parte de la Fiscalía de Puebla, y en ese tiempo ha podido ver la evolución de los asesinatos en la entidad, pues además de que cada día se cometen con más violencia, ahora también, acotó, preocupa el aumento de la participación de menores en los hechos criminales, lo cual lo atribuye de raíz a la educación de las personas en el hogar.
"Lamentablemente los tiempos están cambiando, es complicado. Yo creo que la educación viene principalmente de casa, entonces si no tenemos una buena formación de cuando niños obviamente al llegar a la adultez no mides consecuencias, creo que si han cambiado los tiempos, el uso de la tecnología está creando en su lado negativo a personas con conductas antisociales", compartió la entrevistada, quien también confesó que su trabajo tiene diversos riesgos.
A veces siente miedo que los criminarles regresen al lugar
En este sentido la entrevistada contó que los principales peligros son que a veces realizan peritajes en lugares donde incluso se registraron enfrentamientos y no saben si esos criminales van a regresar, además del riesgo de contaminarse o adquirir enfermedades pues en muchas ocasiones llegan a levantamientos de cuerpos con varios días de fallecimiento, y aunque la Fiscalía les da todo lo necesario hay quienes por precaución extra, refuerzan sus medidas de seguridad.
Añadió que esta labor es para quien de verdad le interese ayudar a impartir justicia pues no es como lo pintan en las series de televisión ya que se requiere de persistencia, vocación, voluntad, amor y mucha ética profesional pues se acaban los periodos de descanso prolongados, sin embargo se trata de algo gratificante pues aportan un granito de arena para tener una mejor sociedad.
Aunque a veces todo se complica para la resolución de los casos, importa tener compromiso en el trabajo.
"Aunque tenemos horarios, nosotros siempre estamos disponibles las 24 horas. Algo que nos complica mucho es la ignorancia involuntaria de las personas, llegamos al lugar y ya muchas personas pasaron, nos alteraron la escena, ya no se preservó como tal, aunque los compañeros policías hacen la labor de primeros respondientes, mucha gente a pasó por ahí, se llevan las cosas, pisan donde no debería, entonces todo se altera pues una vez acordonado ya nadie debería pasar", concluyó Alisson, quien se siente orgullosa de su contribución a la sociedad y de pertenecer a la Fiscalía de Puebla.