Agradecidos por poder tener con ellos el cuerpo de Mario, este 29 de noviembre, familiares y amigos dieron el último adiós al cadenero del bar La Casita, el cual fue asesinado a balazos después de defender a su hermano, quien era agredido cuando le negó el acceso a un grupo de hombres y mujeres alcoholizados que pretendían entrar por la fuerza.
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En un ataúd café y frente a su domicilio, fueron colocados los restos del varón que contaba con 27 años de edad. Amigos y dolientes velaron el cuerpo en la junta auxiliar de San Pablo Xochimehuacán.
Los padres de Mario prefirieron no hacer ninguna declaración o exigencia de justicia, sin embargo, sí agradecieron por la oportunidad que la vida les dio de tener con ellos a su hijo y este viernes, darle sepultura.
Entre arreglos florales, ceras y un cuadro con su fotografía, el cuerpo de Mario fue llevado a la parroquia de San Felipe Hueyotlipan, donde se llevó a cabo una misa de cuerpo presente.
Concluida la ceremonia religiosa el cortejo fúnebre avanzó hacia el camposanto donde fueron depositados los restos de Mario, quien sólo buscó defender a su hermano, el cual también trabajaba como cadenero en el mismo bar.
La madrugada del 27 de noviembre Mario, su hermano César y un amigo, se encontraban vigilando a las afueras del bar. En ese instante, hombres y mujeres alcoholizados llegaron al sitio en la colonia Universidades.
Después de que quisieran entrar a la fuerza, César no se los permitió por lo que comenzaron a agredirlo, pero en ese momento intervino Mario a quien le dispararon en la cabeza por lo que murió al instante.
Los responsables escaparon en dos vehículos, un Sedán color blanco y una camioneta naranja tipo Trax.
El caso sigue siendo investigado por las autoridades ministeriales, quienes también buscan dar con el paradero de los homicidas.