Una banda delictiva conformada por cinco sujetos originarios de Veracruz, Estado de México y Ciudad de México, fue la responsable de la balacera que se desató la noche del pasado domingo, durante el asalto a la tienda Elektra del municipio de Cuautlancingo, donde incluso clientes y trabajadores de locales aledaños tuvieron que resguardarse al interior los negocios para evitar resultar heridos. Los responsables, hasta la noche de ayer, seguían a disposición del agente del Ministerio Público.
Fuentes extraoficiales revelaron que los detenidos fueron identificados como César N, de 28 años de edad, vecino de Azcapotzalco, alcaldía de la Ciudad de México; Víctor Hugo N, de 36 años, originario de Ciudad Mendoza, Veracruz; Jesús N, de 26 años, proveniente de Ecatepec, Ciudad de México y de ocupación electricista; Irving N, de 30 años, comerciante originario del Estado de México y Dylan N, de 16 años de edad, proveniente de la Ciudad de México.
Los hechos se suscitaron el domingo al filo de las 21 horas, en la avenida México-Puebla, en la zona conocida como Cuatro Caminos.
De acuerdo con diversos testimonios y las primeras indagatorias por parte de la policía, el grupo de hampones llegó a la tienda Elektra haciéndose pasar por clientes; se escondieron en un almacén en el área de colchones, sin embargo, cuando los trabajadores estaban a punto de cerrar, salieron de su escondite para amagar y someter a los empleados.
Portando equipo táctico como chalecos antibalas, rodilleras, coderas y armas de fuego, los delincuentes obligaron a sus víctimas a trasladarse hacia los baños mientras que otros fueron llevados a diversas oficinas.
Tras lo anterior, los hampones comenzaron a romper algunas vitrinas con el fin de saquear los exhibidores de celulares y otros aparatos electrónicos, sin contar con que alguien lograría dar aviso a las autoridades. Fue así como en instantes, policías municipales de Cuautlancingo que inicialmente habían sido alertados de un intento de linchamiento en inmediaciones de Periférico Ecológico, llegaron y evitaron el robo.
Los ladrones al percatarse de la llegada de los oficiales desistieron del asalto, dejando tanto el botín como una bolsa con martillos, mazos y barra metálicas que utilizarían para el atraco.
En su intento de huida, los delincuentes se fueron quitando el equipo táctico, haciéndole incluso frente a los policías, los cuales repelieron la agresión. Clientes y trabajadores al escuchar las detonaciones de arma de fuego encontraron en pánico, por lo que se resguardaron al interior de los negocios, entre ellos la tienda Bodega Aurrerá, la cual bajó sus cortinas hasta pasada la situación de riesgo.
Durante la persecución, uno de los de asaltantes resultó herido de bala, no obstante, este y sus cuatro cómplices fueron alcanzados y detenidos para finalmente quedar a disposición del agente del Ministerio Público, autoridad que en las próximas horas podría judicializar el caso; incluso a estos cinco ladrones se les vincula con otros hechos delictivos.