Porque su mamá no fue al festival del Día de la Madre en su escuela, un menor de 11 años se quitó la vida en la casa de sus abuelos en San Miguel Espejo, inspectoría perteneciente a la ciudad de Puebla, la mañana de ayer.
Sumido en una fuerte depresión y tristeza, el menor escapó de este mundo ahorcándose con la cadena de su perro. El cuerpo del niño quedó hincado.
Fuentes extraoficiales dieron a conocer que familiares y amigos calificaban al niño como muy alegre, trabajador y acomedido. Lo recuerdan como alguien que podía trabajar en casa de algún vecino a cambio de unas monedas. “Le gustaba ganarse la vida”, señalaron.
La pequeña víctima era el segundo de cinco hermanos, todos varones.
Hasta antes de Semana Santa, su mamá y sus hermanos vivían juntos en la casa de los abuelos maternos, quienes los vieron crecer desde que eran bebés.
Después de dicha festividad, agregó la fuente consultada, la madre se fue a vivir con su actual pareja en la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec.
El niño fue el único de los hermanos que no quiso irse con ella, pues prefirió quedarse con los abuelos. Por esta situación, el menor y su progenitora, al parecer, no se habían visto desde ese momento.
La fuente agregó que en la primaria donde el pequeño cursaba el quinto grado, organizaron el festival del Día de las Madres; a él no le compraron la vestimenta requerida y su mamá no pudo asistir al festival escolar.
Al parecer, esto entristeció al niño, que cambió su semblante sonriente por uno triste.
“La mañana de este jueves, todavía lo vieron con vida. Pero estaba triste. En la comunidad suenan las mañanitas a las mamás y todo el ambiente es de fiesta, parece que eso lo deprimió más”, dijo la fuente.
Ayer, el menor fue encontraron ahorcado. Los abuelos, que eran como los segundos padres, dieron la lamentable noticia a la mamá.