A dos meses de la fuga de un peligroso delincuente que se encontraba bajo prisión preventiva domiciliaria en la colonia Seda Mosanto por el delito de robo de vehículo, mismo que escapó haciendo un boquete en el techo de lámina de su vivienda; aún no se sabe nada de su paradero. El sujeto que, al parecer, pertenece a una peligrosa banda que opera tanto en Puebla como en Tlaxcala, podría estar escondido en el vecino estado.
Como este medio lo dio a conocer en su momento, la fuga del sujeto identificado como de Raúl N se registró la madrugada del pasado 15 de agosto, cuando se encontraba bajo la medida cautelar de prisión domiciliaria en el interior de su vivienda ubicada en la calle Los Pinos, a respaldos de la Central de Abasto y casi esquina con la Vía Corta a Santa Ana.
En el cambio de turno de vigilancia que mantenían policías estatales, se dieron cuenta que el acusado por el delito de robo de vehículo ya no estaba y había escapado luego de hacer un hoyo en el techo de lámina galvanizada de un cuarto que se localiza atrás de su vivienda, lo que le permitió huir por la azotea de otras viviendas rumbo a San Pablo del Monte, Tlaxcala.
Su arraigo en domicilio se debía a que aún estaba convaleciente luego de que resultó herido de gravedad, cuando junto con los integrantes de su banda delictiva, se enfrentó a tiros con policías municipales de la ciudad de Puebla, tras haber robado un vehículo; al escapar fueron perseguidos y alcanzados hasta territorio tlaxcalteca, poco antes de San Miguel Tenancingo, y en ese enfrentamiento murió uno de sus cómplices, el pasado mes de febrero.
Esta situación, según lo dicho por el gobernador Miguel Barbosa Huerta en su acostumbrada conferencia matutina, se toma como una evasión de preso.
“Lo que ocurrió fue que una jueza de control decreta una prisión domiciliaria dentro del nuevo sistema de justicia, le ordena a la policía estatal vigilar y este señor aprovechó para hacer un boquete atrás de su casa y se fugó. El caso ya se investiga”, puntualizó el mandatario estatal en aquel momento.
Raúl robó auto y se enfrentó a la policía
Fue la mañana del pasado 15 de febrero, tras una persecución y enfrentamiento a balazos entre delincuentes y elementos de la Secretaria de Seguridad Ciudadana (SSC) de Puebla, fue abatido un presunto delincuente y capturado otro, el cual resultó herido de bala, cuyo estado de salud fue considerado grave. El herido era Raúl.
Dicha persecución ocurrió alrededor de las 05:00 horas, la cual inició en el Bulevar 18 de Noviembre y culminó en la Vía Corta a Santa Ana, del lado de Tlaxcala.
Policías municipales persiguieron a una banda de ladrones de vehículos, por lo que los dos ocupantes de un auto de la marca Seat, tipo Toledo, de color blanco y placas de Puebla, fueron capturados en el kilómetro 4.5 de la Vía Corta a Santa Ana. Uno de los dos ladrones fue abatido y el otro quedó gravemente lesionado. Este último fue trasladado a un hospital, al recibir un balazo en el abdomen que lo mantuvo al borde de la muerte.
Por covalecencia estaba en casa
Ese herido, precisamente era Raúl, quien después de ser dado de alta, de alguna manera su defensa legal logró que la jueza penal conocedora de su caso, le otorgara como medida cautelar la prisión preventiva domiciliaria.
Tras su vinculación a proceso, la autoridad judicial determinó que por los cuidados que requería el hombre, no podía estar preso en algún penal y le concedieron la prisión domiciliaria, ya que de manera constante tenía que acudir al hospital para que le realizaran curaciones por su convalecencia.
Sin importar delito, procede prisión domiciliaria
De acuerdo a lo consultado con el doctor en derecho, Alberto Zenteno Meza, el cambio de una medida cautelar de prisión preventiva en una cárcel a la prisión domiciliaria se puede aplicar, siempre y cuando lo ameriten casos en los que el acusado padezca una enfermedad grave, por edad avanzada e incluso pueda garantizar que no se va a evadir de la justicia, no molestará a la víctima y no va a interrumpir su proceso penal.
“Todas las medidas cautelares, contempladas en el artículo 155 del Código Nacional de Procedimientos Penales, tienen el carácter de que deben ser temporales y proporcionales al delito y el bien jurídico que se trata de proteger, en el caso de las medidas cautelares en la que se aplica por ejemplo la prisión preventiva justificada, se puede pedir el cambio, cuando las condiciones objetivamente han cambiado, cuando la Policía Procesal ya llevó a cabo investigaciones de que el domicilio sea acto, la persona justifica que no se va a evadir, no va a molestar a la víctima o testigos, y no va a interrumpir el proceso penal, entonces se dan condiciones y solicita al juez en presencia del Ministerio Público para que su defensa pida el cambio”, detalló el experto en leyes.
Abundó Zenteno Meza que “el resguardo domiciliario tiene que ser a través de las policías ya sea municipal o estatal que deben resguardar el domicilio, pero es riesgoso ya que la vigilancia solo es en el exterior de la vivienda, amén de que representa un costo extra desviar esa vigilancia para una sola persona, y la mejor forma que podría operar sería la colocación de un brazalete y que tuviera un costo para el propio imputado”.
El experto en jurisprudencia puntualizó que actualmente existe una controversia entre lo que marca el Artículo 19 Constitucional en el que el poder legislativo ordena al poder judicial que aplique la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa, lo cual es inconvencional con el Pacto de San José (Convención Americana de Derechos Humanos), en el que prevé que no se debe aplicar automáticamente la prisión, pues debe ser debatible y la última opción que tenga un juez, sin embargo, es todo lo contrario y se convierte en la primera opción que aplica la autoridad judicial. “Las medidas cautelares no deben tener el carácter de pena anticipada, por la presunción de inocencia, solo se debería aplicar en casos que se tenga indicios de que se puedan sustraer de la justicia”, dijo Alberto Zenteno.
Podría estar escondido en Tlaxcala
Raúl, de acuerdo con las fuentes consultadas, cuenta con antecedentes penales por delitos contra la salud y al pertenecer a una peligrosa banda dedicada al robo de vehículo que opera tanto en Puebla como el vecino Tlaxcala, se presume que podría estar escondido en el vecino estado.
Incluso aquel 15 de febrero, cuando robaron un vehículo y al darse a la fuga, tomaron camino, primero frente y a escasos metros de la casa de Raúl, ya que la calle Los Pinos conecta con la Vía Corta a Santa Ana. De ahí, como ya eran perseguidos, decidieron seguirse en sentido a Tlaxcala y metros antes de Tenancingo fueron alcanzados y se dio el enfrentamiento a balazos con los uniformados.
Ese día, además de que uno de los delincuentes murió y Raúl quedó malherido; otros cómplices, desconociéndose el número, lograron escapar internándose en territorio tlaxcalteca.
Como seña particular, Raúl aún debe usar una sonda médica que tiene conectada en el abdomen.
Sus vecinos, pese a que lo ubican, optaron por guardar silencio, ya que temen por sus vidas. Solamente trascendió que precisamente por ser violento y estar metido en robo de vehículo y narcomenudeo, se separó de su esposa y vivía únicamente con una de sus dos hermanas.
Las autoridades policiales y ministeriales de Puebla trabajan con otros estados de la República, para detener a Raúl, aunque ya lleva dos meses prófugo de la justicia.