El rostro del homicida, según la ciencia

  · sábado 29 de agosto de 2020

Era el inicio de la década de los años ochenta, en las instalaciones de la entonces Procuraduría, hoy Fiscalía del Estado, tuve la fortuna de conocer a uno de los mejores médicos forenses más reconocidos en la República Mexicana, quien en esos tiempos fue el titular de Puebla, precisamente en medicina forense.

Su nombre: Arturo Toro Ibáñez, muchas veces fue la persona en que me apoye para salir de mis dudas respecto a los delitos de carácter criminal y que nunca dudó en darme mis clases al respecto, y aun en estos tiempos sigue a través de su libro “Medicina legal actual”, el cual me autografió para conservarlo en mis consultas.

ESTUDIOS DE CRIMINALES

Basado en los apuntes del doctor Toro Ibáñez, en 1876 aparece en Italia un médico joven de nombre Cesar Lombroso, cuyos trabajos fueron el resultado de numerosas investigaciones en hospitales, cárceles y anfiteatros de cadáveres.

De ahí se desprende que según la ciencia existen diferentes características del homicida en general y por consiguiente del femenicida; respecto a esto, Lombroso califica al criminal como “un salvaje resucitado por un fenómeno de atavismo” y añade que la verdadera razón por la que el hombre ha delinquido siempre es la herencia.

Otro tipo de criminales es el conocido como “Pícnico o brevilineo”, que se caracteriza y se identifica fácilmente por tener abdomen prominente, glúteos voluminosos, brazos, antebrazos, muslos y piernas cortas, gruesas manos y pies grandes y carnosos.

“Normonileo”: equilibrado o atlético: son personas muy altas, de complexión robusta con predominio del musculo, cabeza y rostro grande, tórax ensanchado con marcadas prominencias musculares, muslos, piernas brazos y antebrazos grandes y fuertes, manos y pies bastante grandes.

El Leptosomático o Longilineo, persona de estatura muy alta complexión delgada, cabeza y rostro con marcadas prominencias óseas, miembros superiores largo y delgado. Todos estos personajes con características similares algunos, no es la generalidad, podrían entrar en la lista de alto riesgo criminal.

Según la ciencia y los estudios de Cesar Lombroso, estos personajes son irritables y tienen una conducta infantil. Se enojan fácilmente y con esa misma facilidad se arrepienten, pero durante esa crisis pueden cometer actos delictivos graves que pueden ocasionar hasta la muerte de una persona.

Es necesario que mujeres que se sientan en peligro y sobre todo que noten algunas de estas características, pero sobre todo cambios de conducta repentinas, pongan a tiempo distancia para no lamentar más feminicidios. Ustedes son ¡inteligentes!, así es que “alertas”.

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