A dos semanas del incendio que terminó con seis locales del mercado La Acocota, los afectados siguen luchando por reconstruir el patrimonio perdido y obtenido con el esfuerzo de varios años. Hasta ahora, la promesa por parte del Ayuntamiento es solo referente a la entrega y colocación de láminas galvanizadas que se espera este martes sean instaladas; en tanto, algunos comerciantes han recurrido a la improvisación de puestos móviles, mientras que otros sobreviven con la ayuda brindada por otros locatarios.
Aunque los agraviados tienen la esperanza de que el Ayuntamiento cumpla su palabra y no solo les proporcione láminas, también están conscientes de que el recuperar lo perdido implicará esfuerzos al triple, pues hay quienes vieron consumir por el fuego, el trabajo de hasta 50 años.
En entrevista para El Sol de Puebla, vendedores de productos oaxaqueños, la dueña de una cocina económica y la propietaria de un local de bisutería, dijeron haberlo perdido todo; algunos han corrido con la suerte de todavía poder vender algo en puestos improvisados con lonas y mesas.
Sin embargo, las ganancias apenas son para “ir saliendo al día”, comentaron.
Otros más simplemente no tienen ni cómo poder reconstruir su patrimonio, tal es el caso de una vendedora de bisutería, quien es madre soltera de cinco hijos pero además, cuenta con una deuda de aproximadamente 30 mil pesos, cantidad que había solicitado a crédito para poder invertir en su negocio hoy devastado y del cual no quedan más que los restos de la desgracia.
Esta mujer se ha visto cobijada por la solidaridad de algunos comerciantes que la libraron de sufrir los estragos del incendio ocurrido el pasado 11 de junio por la madrugada.
Después de dos semanas del incidente, ayer personal del Ayuntamiento del Área de Normatividad y Regulación Comercial, regresó a la zona para competerse a ayudar solo en la entrega y colocación de láminas, sin embargo, los locales afectados lucen inservibles, con el concreto lleno de fisuras, estructuras metálicas a punto de caer e instalaciones de luz o gas destruidas.
Para los afectados, quienes incluso viven con la incertidumbre de no poder saber la causa del incendio, las promesas no se han hecho esperar; hoy tienen fe en que estas se cumplan para poder seguir manteniendo a su familia.