En poco más de tres años, de enero de 2020 al 10 de octubre de 2023, un total de 60 menores de edad, hombres y mujeres, fueron sentenciados por el Tribunal Superior de Justicia del estado de Puebla (TSJ) por delitos menores como daño en propiedad ajena y delitos graves como secuestro, homicidio y feminicidio; pese a ello, las leyes prevén sanciones máximas de cinco a siete años de internamiento para los menores.
Toda esta situación de que menores puedan convertirse en criminales o delincuentes, según una especialista en Sicología Clínica, puede prevenirse si los padres atienden a tiempo diversos cambios en la conducta de un menor que comienza a humillar, acosar e incluso no muestra remordimiento o preocupación por los sentimientos de otra persona.
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Menores sentenciados por diversos delitos
Datos obtenidos a través de las solicitudes de información 210425323000601 y 211204223000486, que El Sol de Puebla realizó al TSJ y a la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP) respectivamente, muestran cómo menores, incluso a partir de los 13 años, ya se encuentran enfrentando un proceso legal por distintos delitos.
Luego de que este medio preguntara sobre el número de sentencias condenatorias dictadas a menores de edad de enero de 2020 al 10 de octubre de 2023 en el estado de Puebla, el Tribunal Superior de Justicia respondió que en el citado periodo se emitieron 55 sentencias condenatorias contra 60 menores, observándose un aumento de resoluciones condenatorias con año con año.
Del total de menores sentenciados, 56 fueron hombres y, cuatro, mujeres. Las edades de los acusados oscilan entre los 13 y 17 años de edad.
En 2020, registran seis menores sentenciados
En el desglose de información se tiene que en el año 2020 hubo un total de seis sentencias contra igual número de menores de edad de 13, 16 y 17 años, tratándose de cinco hombres y una mujer. Los delitos por los que se le impuso un castigo son homicidio calificado, lesiones calificadas, violación equiparada, homicidio en riña y daño en propiedad ajena doloso.
Sentencias crecen 200 por ciento
Para el año siguiente, es decir para 2021, el TSJ dictó 18 sentencias que comprendieron castigos para 21 hombres y una mujer. Lo anterior significa un aumento de 200 por ciento.
Lo anterior bajo cargos de secuestro agravado, violación equiparada, robo agravado, lesiones calificadas, delitos cometidos contra agentes de la autoridad, narcomenudeo, homicidio calificado, abuso sexual, robo de vehículo agravado, y portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército Mexicano y feminicidio.
Narcomenudeo, violación y homicidio persisten en 2022
En 2022 el número de sentencias condenatorias fue de 19 contra 18 hombres y una mujer, lo que prácticamente se mantuvo constante el número de sentencias respecto al año anterior.
Persistieron delitos como violación equiparada, homicidio calificado, narcomenudeo, además de violencia familiar, secuestro agravado, abuso sexual, homicidio en riña, lesiones calificadas, robo de vehículo agravado y robo agravado.
En 2023 suman 12 sentencias
Aún sin concluir el año 2023, al 10 de octubre, ya se emitieron 12 sentencias condenatorias contra 12 hombres y una mujer menores de 13, 14 y 15 años de edad.
Nuevamente los cargos por narcomenudeo se hicieron presentes, así como por violación equiparada, robo agravado y robo de vehículo.
Población actual en el CIEPA
A pesar de la cantidad de sentencias condenatorias dictadas por el TSJ, se tiene que hasta el 10 de octubre del presente año la población en el Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA) era de 19 internos, entre adolescentes y jóvenes.
Se trata de 17 hombres y dos mujeres. Del total de internos, ocho siguen siendo menores de edad y el resto, 11, ya cumplieron la mayoría de edad. Los años de ingreso van de 2021 a 2023.
En cuanto al desglose de edades, la respuesta de la Subdirección de Centros Penitenciarios adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSP) indica que el CIEPA está habitado por cinco varones de 19 años de edad; cinco menores de 17 años, entre ellos dos mujeres; tres jovenes de 18 años, dos adolescentes de 15 años, uno de 21, otro más de 16, y dos de 20 años de edad.
Caso "Niño Sicario" llama la atención de autoridades
Uno de los casos más recientes que llamó la atención es el del llamado “Niño Sicario”, un menor de 13 años de edad que el pasado 5 de septiembre fue detenido en Puebla, acusado de delitos contra la salud y portación de instrumento prohibido.
Vecinos de Xilotzingo son quienes le dieron el mote antes referido, ya que a su corta edad ya había sido arrestado en tres ocasiones por diversos delitos.
Incluso sobre el caso, en rueda de prensa de la Fiscalía General del Estado de Puebla, Ulises Sandal, fiscal especializado en Derechos Humanos, confirmó que el menor de edad fue detenido en tres ocasiones y explicó las razones.
La primera de ellas en junio de 2022, por el delito de robo a casa habitación; en este caso todo se resolvió por medio de mecanismos alternativos de solución de controversia con acuerdo reparatorio, por lo que se solucionó el conflicto en materia penal.
La segunda aprehensión del menor fue en octubre del 2022 por el delito de robo a transeúnte.
La tercera y última ocasión fue el pasado 5 de septiembre, por delitos contra la salud y portación de instrumento prohibido.
También se informó que el Ministerio Público, en el uso de sus atribuciones y facultades, solicitó al DIF estatal la intervención para el seguimiento en el núcleo familiar del adolescente para que se tomaran las medidas respectivas ya que se valoraría la condición de abandono o descuido al que pudiera estar sometido el menor en su entorno familiar.
Hasta siete años de internamiento
Un abogado especializado en Justicia Para Adolescentes explicó que la medida de internamiento depende de la edad del infractor, en el caso de los menores de 12 años, no existe el internamiento.
Para los adolescentes de 14 a 15 años, el tiempo máximo de internamiento es de cinco años; mientras que para los infractores de 16 a menos de 18 años, su internamiento no puede ser mayor a siete años.
En el mismo sentido, el Artículo 162 del Código de Justicia para Adolescentes del Estado de Puebla señala que el internamiento solo es para los menores que hayan cometido delitos graves de manera directa o de forma tentativa, y son los siguientes: homicidio doloso y culposo, rebelión, terrorismo, ataque a los medios de transporte, corrupción de menores o incapaces, lenocinio, violación, asalto, plagio o secuestro, robo, robo calificado y daño a propiedad.
En el caso de los menores acusados de otro tipo de delitos existen medidas cautelares como trabajo comunitario, firma periódica, internamiento en su domicilio bajo la supervisión de un adulto, separación del domicilio en caso de que la víctima sea algún familiar del acusado, entre otras.
Sin importar la edad del acusado en el momento de su arresto, el especialista en leyes destacó que el infractor debe ser juzgado con la edad que tenía cuando cometió el hecho, y para ello existen los tribunales y operadores especializados en el rubro como jueces, ministerios públicos y abogados.
El entrevistado también indicó que para las personas que son detenidas siendo mayores de edad y que deben ser juzgadas como adolescentes, además de imponerles la medida de internamiento en el Centro de Internamiento Especializado para Adolescentes (CIEPA), existe un área para “adulto joven”.
De esta forma, a diferencia de los adultos, por el solo hecho de tratarse de menores infractores, las leyes en Puebla conceden a los presuntos delincuentes tener sanciones menores, así como mayores posibilidades de pasar su proceso en libertad bajo la supervisión de sus padres o tutores.
Recomiendan atender cambios en la conducta
En una entrevista previa con El Sol de Puebla, Brenda Trejo Torres, doctora en Sicología Clínica de la UPAEP, opinó que esta situación de conductas agresivas e incluso que los menores o cualquier persona puedan convertirse en criminales o delincuentes, podría prevenirse atendiendo a tiempo diversos cambios en la conducta del menor que comienza a humillar, acosar o no muestra remordimiento o preocupación por los sentimientos de otra persona.
En este asunto que también involucra a la salud mental, Trejo Terrones explicó que se trata de algo muy complejo, pues influyen cuestiones emocionales y sociales.
Acotó que aunque en los últimos años existe mayor disposición para atender estos asuntos también se ha visibilizado la necesidad de cuidar la salud mental.
La especialista consideró que es de suma importancia detectar lo más temprano posible aquellos signos de alerta que se manifiesten, incluso desde la etapa infanto-juvenil, pedir ayuda y no esperar a que las cosas se salgan de las manos hasta que haya la comisión de delitos.