La venta de celulares de dudosa procedencia sobre la vía pública persiste en tianguis como el de Loma Bella y en la avenida 8 Poniente del Centro Histórico de la ciudad de Puebla, donde dichos aparatos se comercializan a plena luz del día, e incluso frente a la vista de las autoridades ministeriales, pese a que en noviembre 2019 se anunció su prohibición. Por su parte, transeúntes entrevistados por este medio, aseguraron que es lo más fácil comprar un celular en puestos ambulantes, que, aunque saben está mal, es por su precio “accesible”.
Mediante un recorrido que El Sol de Puebla llevó a cabo por el tianguis de Loma de Bella, al sur de la capital poblana, se detectaron dos puestos en el piso, con venta de artículos usados, entre ellos, celulares de diversa gama que van de los 300 hasta los mil pesos.
A este puesto se le suma uno más, donde solo se ofrecen celulares de media gama, de entre mil 500 y 4 mil pesos, con caja incluida.
Otra zona donde sigue la venta de equipos telefónicos, cuya procedencia u origen se desconoce, es en la ya conocida avenida 8 Poniente, entre las calles 11 y 9 Norte, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla.
En este punto, la situación se agrava, ya que la comercialización de teléfonos celulares se realiza incluso frente a agentes policiacos, pues durante el recorrido que se hizo en la zona, se observó una unidad de la Fiscalía General del Estado de Puebla, estacionada sobre la avenida 8 Poniente, frente a dichos puestos.
Sin embargo, no fue visible o evidente alguna actividad de revisión, supervisión u operativo en contra de estos puestos que, por años, han perdurado, sin que sean retirados por las autoridades de ningún nivel.
Lo anterior, a pesar de que, a principios de noviembre de 2019, en el Periódico Oficial del Estado, se publicara que está prohibida la venta de celulares en la vía pública.
Y es que en la fracción X del artículo 651 del Código Reglamentario Municipal (Coremun), se añadió prohibir la venta de celulares o cualquier dispositivo electrónico de comunicación nuevo o usado en vía pública, esto con la finalidad de disminuir los delitos como el robo a transeúnte o a casa habitación.
NECESIDAD LOS LLEVA A ADQUIRIR CELULARES ROBADOS
Sobre esta actividad, personas entrevistadas por este medio, dijeron que si bien la compra de celulares robados o de dudosa procedencia contribuye a que se sigan cometiendo asaltos a transeúnte o incluso a transporte público, a veces las personas caen en la necesidad de acudir a estos lugares a comprar un celular a más bajo costo y de “fácil” acceso a su economía, por lo tanto, consideran, es una situación que difícilmente se va a acabar.
“Es lo más fácil, comprar un celular robado, está mal, pero para que esto se acabe va a estar muy complicado, no podemos hacer mucho, a veces por la economía uno busca ese tipo de productos”, comentó Juan Manuel, de 36 años de edad.
Otros más, aceptaron haber tratado de adquirir un celular en puntos como los anteriormente mencionados, sin embargo, refieren que los costos, muchas veces no es tan bajo y casi se asimila a uno nuevo de tienda, por lo que es mejor comprarlos en una sucursal autorizada.
“Nosotros mismos contribuimos a esto porque vamos y los compramos. Se deben reforzar los operativos en esos lugares donde se venden celulares robados, las autoridades también deben ayudar en esto”, refirió Ernesto N, de 39 años.
Finalmente, llamaron a las autoridades a que también contribuyan a disminuir los atracos a transeúnte o en unidades colectivas, pues eso en gran medida, ayudaría a erradicar la venta de celulares robados.