Al grito de "justicia, justicia, justicia", más de un centenar de vecinos, amigos y compañeros de trabajo de “Lolita” y “Toñito”, se dio cita para despedirlos en el Panteón Municipal, ayer por la tarde.
Cabe mencionar que cerca de las 8 horas se llevó a cabo una misa con los cuerpos presentes en la iglesia de Jesús Obrero, ubicada en la unidad habitacional Amalucan, donde el martes pasado fueron asesinados madre e hijo por su vecino, un ex militar resentido por no haberle permitido ampliar su vivienda sobre la de las víctimas.
El jueves fueron entregados los cuerpos en la Avenida Roble y Retorno de Tejocote, quienes fueron recibidos con mariachi, además de que durante todo el día fueron velados entre rosarios y música que los finados acostumbraban escuchar.
Después de la misa, los féretros fueron regresados y asentados frente a la vivienda donde el hecho ocurrió el martes pasado; ahí les rezaron un rosario y permanecieron hasta las 11 horas, que fue la hora en la decidieron emprender el cortejo fúnebre.
Durante la marcha al panteón los conocidos de “Lolita” y “Toñito”, contrataron una banda musical que amenizó el trayecto hacia el Panteón Municipal, donde serían sepultados.
Pasado el mediodía, al arribar al cementerio y ante la presencia de más de cien personas, incontables arreglos florales y decenas de amigos que coreaban porras se les dio el último adiós.
Entre lágrimas y caras largas se lanzó una pregunta al cielo: “¿qué queremos?, ¿qué pedimos?”, que fue contestada por la multitud al unísono: “¡Justicia, justicia, justicia!
Así fue como se dio debida sepultura a la señora Dolores Ávila Rodríguez y José Antonio Sánchez Ávila, bajo la exigencia de que pronto se realice la captura del ex militar que les arrebató la vida.